Quince de los 23 municipios del departamento padecen afectaciones por la segunda temporada de invierno según la Gobernación del Atlántico. Los habitantes de Sabanalarga, Baranoa, Piojó, Palmar de Varela, Santo Tomás, Malambo, Soledad, Puerto Colombia, Tubará, están entre los más afectados.
En San Juan de Tocagua, corregimiento de Luruaco, 220 familias resultaron afectadas, de las cuales 80 viven en un barrio, que es la zona de mayor riesgo y deben ser reubicadas.
En Piojó, el censo muestra hasta el momento, 146 familias damnificadas y para ellas se determinó un subsidio que recibirán por seis meses.
En este municipio, el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Desastres, Javier Pava, manifestó que 86 casas afectadas “quedarán inhabilitadas y se deben demoler porque no va a haber retorno de las familias”.
Una de las propuestas es que las 8.6 hectáreas de la zona de emergencia se declaren como área de protección y se convierta un área verde.
El programa de reubicación que se defina debe tener tres fases: traslado, viviendas (arriendos temporales) y adecuación del terreno.
En Repelón, están censadas 200 familias, mientras en Sabanalarga, en el corregimiento La Peña, fueron reubicadas 43 de las más de 200 familias damnificadas.
En otros municipios como Candelaria, Sabanagrande, Juan de Acosta, Usiacurí, Manatí, se adelantan inspecciones para determinar el número de afectados por las lluvias.