Autoridades departamentales confirman que, luego de cinco días de acciones por parte del Eln, en Nóvita y Sipí empiezan a escasear elementos básicos de la canasta familiar, por lo tanto exigen condiciones de seguridad para realizar una caravana humanitaria en la zona.
Boris Peña, secretario de gobierno (e) del Chocó, indicó que ante la difícil situación humanitaria que viven las más de 1.300 personas confinadas pertenecientes a las comunidades de Torrá, Cajón, Santa Bárbara (ubicadas en el municipio de Nóvita) y las de Charco Largo, Barrancón y Charco Hondo (en el municipio de Sipí), desde la administración departamental han solicitado al Ejército Nacional y a los organismos internacionales realizar esfuerzos para establecer corredores humanitarios que provean a las víctimas de alimentación, medicamentos y otros elementos importantes para su subsistencia.
“El llamado a la fuerza pública además de medidas de protección, es a que brinden garantías en la zona, para poder llegar con asistencia a través de una caravana humanitaria. Como administración estamos prestos y preparados; pero hasta ahora, las garantías de seguridad no están dadas”, dijo Boris Peña
Dijo el funcionario, que luego de un comité de justicia transicional, el Ejército Nacional se comprometió a desarrollar labores de inteligencia y patrullaje, para garantizar la tranquilidad en la zona. Entre tanto, las poblaciones solicitan por artículos de primera necesidad para atender a los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con discapacidad que habitan en las zonas de conflicto.