La fuerte ola invernal que afronta el Urabá antioqueño, y que afecta a varias poblaciones de la región, obligó al Departamento Administrativo de Gestión y Riesgo de Antioquia (Dagran) a decretar la alerta roja en la zona.
La entidad precisó que los municipios de San Juan de Urabá y Arboletes se encuentran en emergencia por la creciente del río San Juan de Urabá y sus afluentes, así como los municipios de Necoclí y Turbo, por cuenta de la cuenca del río Mulatos y afluentes que desembocan en el golfo de Urabá.
La zona rural del municipio de Turbo se ha visto gravemente afectada por la creciente súbita de los ríos, lo que ha impactado a los corregimientos de Bocas del Río Turbo, Nueva Antioquia, Bocas del Atrato y Río Grande, donde sus habitantes han sufrido afectaciones en sus viviendas, pérdida de enseres y varias hectáreas de pancoger han sido perjudicadas por las fuertes precipitaciones.
En Nueva Antioquia, la población está a punto de quedar incomunicada con Turbo, debido a que la única vía carreteable del corregimiento está siendo arrastrada por el río Turbo, según precisaron habitantes de la zona.
El Dagran informó que los municipios de Chigorodó, Apartadó y Carepa están en alerta naranja, “por el incremento súbito en los niveles del río León, así como de los ríos Carepa, Chigorodó y Apartadó’’.
En los municipios ribereños al río Atrato, como Vigía del Fuerte en los últimos días se han presentado grandes inundaciones, “todo el territorio se encuentra a merced de las crecientes, por cuenta de las precipitaciones y las crecientes de los ríos: Murrí, Arquía y Bojayá, donde el 80% de las comunidades ribereñas y pertenecientes al Atrato chocoano, se encuentran inundadas’’, señaló Wilton Araujo, coordinador de Gestión y Riesgo de la población.
Igualmente, el municipio de Murindó padece afectaciones por el incremento del río del mismo nombre.
Finalmente, para prevenir incidentes en la zona del Urabá, el director del Dagran, Jaime Enrique Gómez, recomendó “evitar tomar carreteras de noche y también cuando esté lloviendo, porque nuestras carreteras están en zonas muy montañosas y se pueden presentar algunos deslizamientos asociados a las lluvias”.