El fenómeno de loa migración irregular sigue creciendo en sus cifras diariamente en Colombia por el Tapón del Darién y San Andrés. No obstante, según datos de la Procuraduría, en Nariño existe otra zona donde hay gran presencia de estos migrantes irregulares.
Según reportó la Procuraduría, después de una visita a la zona y, con base en cifras de Migración Colombia, por Ipiales, Nariño, frontera con Ecuador, han pasado un total de 150 mil migrantes irregulares y otros 88 mil legales en lo que va de 2023.
Así funcionan los traslados con los coyotes o traficantes
El procurador delegado para los Derechos Humanos, Javier Sarmiento, alertó sobre las situaciones más graves que viven estos migrantes en el paso fronterizo por el puente de Rumichaca.
Datos aseguran que el 73% de las familias duermen en las calles o parques, el 75% no tiene acceso al consumo de agua y solo el 22% pudieron acceder a uno de los siete alojamientos humanitarios instalados por la cooperación internacional y organizaciones no gubernamentales presentes en el municipio, que funcionan sin ningún apoyo del Gobierno nacional, departamental o local.
En lo que respecta a sus nacionalidades, el ente de control aseguró que ciudadanos venezolanos están regresando de Perú y Chile, para llegar a Estados Unidos, o quedarse en Colombia. Sin embargo, también se encontró una migración continental con familias de origen haitiano, cubano, chino, vietnamita, africano, entre otros, que ingresan al país cada semana con el fin de llegar hasta el Tapón del Darién o hasta San Andrés y seguir su recorrido a los Estados Unidos.
“Tan solo entre el 1 y 8 de octubre de 2023, el Grupo Interagencial para Flujos Migratorios Mixtos de Urabá informó que 754 ciudadanos de origen chino ingresaron a Necoclí. El departamento de Nariño fue uno de los puntos de ingreso de estas personas y sin que lo advirtieran las autoridades”, expresó la entidad.
El reporte de las autoridades da cuenta de que la mayoría de estos migrantes irregulares son abordados por traficantes conocidos como coyotes. Allí les cobran por llevarlos hasta Ipiales, luego sacarlos del departamento de Nariño para continuar hacia la región pacifica o llegar hasta el Urabá antioqueño; quienes no tienen recursos, se quedan en el municipio buscando dinero y hasta siendo explotados por las mafias existentes.
Tras la visita realizada, la procuraduría alertó sobre la falta de presencia de la fuerza pública en los más de 30 pasos informales ubicados solo en Ipiales, controlados por grupos armados. Asimismo, faltan estrategias por parte del ICBF y proyectos de las administraciones municipales y departamentales.