La frontera entre Colombia y Venezuela por el lado de Praguachón, en el departamento de La Guajira, siempre ha estado activa. Pese a los siete años de tensas relaciones entre los gobiernos de ambos países, en esta zona no fue posible hacer una división entre las naciones, ya que la gente, y en especial el pueblo indígena wayuu no permitió que se les limitara el libre tránsito por un territorio al que ellos llaman la “Gran nación wayuu”, que comprende los departamentos de La Guajira en Colombia y el Estado Zulia en Venezuela.
Según los datos de Migración Colombia, se estima que diariamente por esta frontera de 249 kilómetros transitan entre 2.000 y 3.000 personas más allá de los controles migratorios, y que alrededor de 400 lo hacen cumpliendo con los protocolos de la entidad.
Esta población pendular, regularmente llega de Venezuela a Colombia muy temprano para abastecerse de alimentos y otros productos vitales para el diario vivir, para recibir asistencia médica, trabajar, también en busca de atención por parte de los organismos internacionales, y en horas de la tarde regresan a su país.
“A nosotros no nos pueden dividir porque siempre nos hemos considerado una sola familia, por eso acá la frontera no se ha cerrado, claro que hay algunas restricciones, pero nosotros seguimos pasando libremente; en lo único que se nota la falta de atención de ambos gobiernos es en esta crisis que estamos padeciendo por la falta de agua, de alimentos, de infraestructura en salud, educación, de empleo digno, y por eso tantos niños han fallecido de lado y lado por causa del hambre. Ahora celebramos que haya diálogos entre los países y esperamos que todo esto pase y se reactive la economía en la frontera”, manifestó Ana Sofía Uriana, habitante de la zona.
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Para celebrar el restablecimiento de los diálogos entre los gobiernos de Colombia y Venezuela, la comunidad se reunió en Paraguachón donde realizaron actos culturales, previamente, hubo una asamblea del pueblo Wayuu donde acordaron que en los próximos días enviaran un comunicado a los presidente Gustavo Petro y Nicolás Maduro para que solicitarles que los incluyan dentro de los diálogos binacionales y escuchen sus peticiones.
A esta solicitud también se sumó la del alcalde de Maicao, Mohamad Dasuki. “Desde aquí (Paraguachón) enviamos un mensaje a los actuales presidentes y a los que están por venir, que los lazos entre Colombia y Venezuela no se vuelvan a romper. Las ideologías y posiciones políticas no pueden estar por encima del pueblo; Colombia y Venezuela deben tratarse siempre como hermanos y trabajar de manera conjunta por el bienestar de la gente”, manifestó el mandatario.
Dasuki también dijo que está a espera que el Gobierno nacional envíe a sus funcionarios al territorio para que se trace la política de frontera, con el fin de que Maicao deje de ser un municipio de paso y se convierta nuevamente en la principal vitrina comercial de La Guajira y el Caribe.