Son 56 los casos de suicidio que se han registrado en Cali en 2022, lo que representa un aumento del 57% en relación con los años 2019, 2020 y 2021.
De acuerdo con las autoridades de salud, esta es una cifra alarmante, pues el 55% de estos casos se dan entre niños desde los 12 años y jóvenes hasta los 25. “Eso nos obliga a una intervención intersectorial, pues el cuidado de la salud mental es una prioridad”, afirmó Miyerlandi Torres, secretaria de Salud de Cali.
Los casos en este grupo poblacional ya venían representando un alto porcentaje de los suicidios en la ciudad, incluso desde antes de la pandemia. En el 2021, se registraron 87 casos, de los cuales 38 correspondieron a personas entre los 10 y 29 años, mientras en 2019, un año antes de la pandemia del Covid-19, de las 99 personas que se quitaron la vida, 41 estaban en ese rango de edad.
Además, se han registrado 691 intentos de suicidio en lo que va corrido del año. Esta cifra supera en 222, 113 y 142 casos, los registrados en 2021, 2020 y 2019, respectivamente.
“Importante mencionar que estamos con la estrategia ‘Tejiendo sueños’ en diferentes instituciones educativas y además en articulación con las Secretaría de Deporte y de Cultura, para mejorar las condiciones con una red protectora y una red de prestación de servicios de salud”, afirmó la funcionaria.
Por medio de esta estrategia se busca tratar las problemáticas de salud mental de manera integral, entendiendo que, por ejemplo, el suicidio no es causado por un solo fenómeno, sino que es resultado de una combinación de distintos factores.
“Los problemas sociales, familiares, institucionales y escolares se van juntando progresivamente y van generando una situación que, en algún momento, el niño o niña no puede manejar, lo desborda y, hay que decirlo, desafortunadamente la salida del suicidio y las autolesiones se ofrece como una mucho más fácil que la complejidad de resolver un problema”, argumenta José Malaver, asesor en salud mental de la Secretaría.
Por último, Torres puntualizó en que es importante empezar a identificar comportamientos alterados en niños y jóvenes y consultar a tiempo. “Mientras podamos identificar oportunamente este tipo de comportamientos depresivos en nuestros niños y jóvenes, tenemos la posibilidad de dar un acompañamiento, poder derivar a otras instituciones y, obviamente, evitar y prevenir casos de suicidio”.