Comunidad afrodescendiente del corregimiento de Guacochito, ubicada al norte de Valledupar, sigue reclamando a la autoridad ambiental Corpocesar que detenga la extracción de material de arrastre del río Cesar (arena para construcción), por parte de particulares agrupados en la Asociación de Paleros.
Según denuncian, esta actividad está afectando el cauce del río y causando erosión en sus orillas y un daño ecológico.
“El impacto ha sido muy profundo y prácticamente no hay peces que pescar, han deteriorado el cauce del río. La principal exigencia es que se revise con la Asociación de Paleros la licencia que han incumplido porque Corpocesar los tenía sancionados y ellos han vuelto a sacar material de arrastre, la entidad debe detener esa actividad o que monitoree constantemente el impacto ambiental sobre el río”, afirmó el ambientalista Luis Maestre.
Por eso habitantes de Guacochito realizaron una marcha hasta Valledupar para pedir la intervención de la alcaldía y Corpocesar.
“Todavía el río sigue en muy mal estado por la contaminación y nosotros lo defendemos porque es nuestra esencia, hace parte de nuestra idiosincrasia, es nuestra vida. Es el río que nos vio crecer, es algo de amor, de proteger nuestro río, es algo que nace y nos sale del corazón”, aseguró la presidenta del consejo comunitario, Yalaidis Guerra.
Por su parte, los paleros que continúan sacando arena del río como si nada pasara amparados en una licencia temporal, también piden un acuerdo para evitar que los saquen de allí y que empresas foráneas se queden con esta actividad lucrativa.
Los habitantes de Guacochito esperan que la autoridad ambiental imponga mano dura y elimine definitivamente los permisos a fin de proteger al río Cesar.
Este afluente que ha sido inspiración para canciones vallenatas, con sus 280 kilómetros de longitud nace en la Sierra Nevada de Santa Marta, en tierras guajiras, atraviesa el departamento del Cesar de norte a sur y desemboca en la Ciénaga de Zapatosa, uno de los más grandes complejos hídricos de América Latina.