La competición de fútbol 5 adaptado tendrá lugar del 1 al 7 de septiembre, en el idílico estadio de Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel, previsto para acoger 11.000 personas.
En esta versión del fútbol dedicada a deportistas que sufren una deficiencia visual, todo se juega al oído. Los cuatro jugadores de campo, que tienen los ojos vendados, se disputal un balón lleno de cascabeles, y con ayuda de las indicaciones de su guardameta, del entrenador y de su asistente, todos videntes.
Deberán tratar de escuchar todas esas indicaciones pese a la presencia de espectadores, que acudirán a las gradas, ya que el fútbol 5 adaptado es uno de la decena de deportes paralímpicos que ha vendido casi todas sus entradas, con una tasa de lleno de las tribunas de más del 90%.
Más del 90% de las entradas vendidas
Toussaint Akpweh, entrenador y seleccionador de Francia, ya ha anticipado esta situación: "Hemos trabajado las dinámicas de partido con el público", indicó a la AFP.
En especial ha previsto entrenamientos "con público para acostumbrarse a la presencia de otro ruido al margen del partido".
Punto positivo: durante los partidos en París de los Juegos Paralímpicos, este "debería ser un ruido amigo y no un ruido adversario".
Los espectadores no deberían intervenir en cualquier momento: serán sensibilizados sobre qué comportamiento adpotar.
"Tenemos que educar a la gente como a los espectadores del tenis", explicó Rémi Garranger, responsable de operaciones técnicas del fútbol 5 adaptado.
Esto significa que "mientras el balón se desplaza sobre el terreno de juego, necesitamos un ambiente silencioso, pero mientras hay tiempos muertos, se puede celebrar, llorar y expresar todo lo que se quiera".
El fútbol 5 adaptado cuenta con dos mitades de 15 minutos.
La organización ha previsto difundir mensajes en las pantallas gigantes y recurrir a los voluntarios para familiarizar al público a las reglas necesarias para el buen desarrollo de los partidos de esta disciplina, que apareció por primera vez en los Juegos Paralímpicos en Atenas-2004.
Rémi Garranger no está muy preocupado sobre el respeto: "Es un deporte que se basa mucho en cómo se comunican entre ellos, cómo lo hacen para jugar, lo que nos deja boquiabiertos y por tanto silenciosos".
Misma sede que el vóley playa
¿Y si pese a todo los espectadores se muestran muy ruidosos? "El árbitro detendrá el juego, esperará a que haya silencio y después retomará la práctica en las buenas condiciones sonoras", detalló el responsable.
La sede en si misma ha sido diseñada para reducir el impacto potencial de ruidos que podrían perturbar a los jugadores durante los partidos.
Con las tribunas elevadas, los espectadores están a veces suficientemente alejados del terreno para que sus palabras se pierdan en el aire.
El terreno, además, ha sido instalado por encima del dedicado al vóley-playa durante los Juegos Olímpicos.
Haber conservado una capa de arena "permite asegurar una estructura totalmente insonorizada", explicó Gautier Jourdet, responsable de infraestructuras del Estadio Torre Eiffel y de la Arena Campo de Marte para París-2024.
"Es extremadamente importante que el terreno en si mismo tenga buenas condiciones de absorción acústica".
Y "retirar 400 toneladas de arena habría sido muy complicado en unos cuantos días", añadió.