Si se analiza la genética de la colombo-chilena Martina Weil, se concluye que su presente y su futuro tiene que ser en el atletismo. Su padre es Gert Weil, el mejor lanzador de bala que ha tenido Chile en su historia, y su madre es nadie menos que Ximena Restrepo, medallista de bronce en los 400 metros en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, y primera medalla de una mujer colombiana en unas justas.
Martina Weil Restrepo se decantó por seguir los pasos de sus padres y se convirtió en atleta, en la modalidad de los 400 metros. Participó en los Juegos Panamericanos Junior de Cali bajo la bandera chilena, y aunque trataba de pasar desapercibida, el parecido físico con su madre y sus condiciones en la pista, la delataban.
“Vengo a Colombia desde muy chiquita, nunca había estado en Cali y tengo mucha suerte de visitar una ciudad que no conocía y me ha impresionado un montón. Cuando me presentaron y me dijeron que estaba en la tierra de mi madre fue increíble”, dijo Martina, que se sentía como en casa con un público colombiano que también la apoyaba.
Su actuación fue excepcional, Martina ganó dos medallas de plata (400 metros y 4x400) y muchos de los aficionados que la reconocieron, se mostraron sorprendidos por su talento. Acabó la carrera con un tiempo de 52.35 segundos, rompiendo su propio récord nacional, que era de 52.60.
Ella quiere brillar por luz propia, no quiere ser reconocida únicamente como la hija de ídolos del atletismo, sino que quiere hacer su propia carrera, aunque reconoce con amor y orgullo el apoyo de sus padres. “Ha sido un año muy duro y lo que me ayudó a salir adelante, además de mis compañeras, han sido mis papás que me apoyan incondicionalmente en todo”, comentó la joven atleta.
Martina prefiere mantener un bajo perfil, aunque su biotipo y forma de correr no es muy fácil de encontrar en deportistas de su edad. Es alta y tiene unas zancadas efectivas, que entrena de la mano de los consejos familiares a la hora de enfrentarse a la pista.
No ve como presión ser la hija de unas leyendas del atletismo suramericano. “Al final es un tema de actitud y así como lo puedo ver como presión, lo puedo ver como una suerte tremenda. Hay muchos deportistas que no tienen el apoyo que yo he tenido”, aseguró Martina.
Vive en Estados Unidos por una beca que se ganó. Está lejos de sus padres pero en todo momento están pendientes de ella y desde ahora se vislumbra como una de las grandes atletas del continente, con un objetivo claro y concreto, los Juegos Olímpicos de París 2024.