Un día como hoy, hace 70 años, fue fundado el Unión Magdalena, club que a lo largo de la historia se convirtió en una verdadera pasión para los samarios y magdalenenses.
A pesar de contar con una sola estrella bordada en su escudo y de los tres descensos del equipo, la hinchada no abandona esos colores ‘azulgranas’. Edgar Fuentes Acosta es un digno ejemplo de ello, un niño que recogió latas para ingresar al estadio Eduardo Santos de Santa Marta y que ya de adulto tuvo el privilegio de captar con su cámara los festejos y también las tristezas del ‘Ciclón’ de sus amores.
Edgar, quien el próximo 27 de abril cumplirá 63 años, se crío en la denominada cuna del fútbol colombiano: Pescaíto. En ese sector se respira más balompié que playa, a pesar de tenerla a unos cuantos metros.
En la década de los 70, Edgar se iba escondido de sus padres al estadio para ver al Unión. La entrada tenía un costo de 3 pesos, esos que él reunía vendiendo las cocadas de la abuela, haciendo mandados o recogiendo latas.
“Pero estar dentro del estadio no tenía precio, eso era una emoción muy grande. Yo entraba al sector del estadio llamado ‘gorrión’, allí uno veía a los jugadores lejos, entre todos nos preguntábamos quién llevaba la pelota, alcanzábamos a distinguir algunos futbolistas porque la mayoría eran de Pescaíto”, comentó Edgar, quien agregó que en muchas ocasiones le tocaba aguantar las ganas de hablar de los partidos del Unión porque en casa se darían cuenta que había ido al estadio sin permiso.
En esa época de infancia uno de sus grandes sueños era conocer a los jugadores campeones del 68.
“Cuando el Unión fue campeón, recuerdo que Pescaíto fue una locura, la gente se abrazaba, los que venían del estadio contaban lo sucedido cargados de emoción y yo siempre quise ir a la casa de esos jugadores, que para mí son mis dioses de carne y hueso. Un vecino llamado Rafael y conocido como ‘Cachete’, fue quien me llevó a las casas de ellos y desde ese día nació una gran amistad, hasta un homenaje le hice cuando se cumplieron los 30 años de esa hazaña”, relató.
Aunque Edgar dice que en Pescaíto existía una particularidad que lo hacía diferente a otras zonas del país, “aquí los jugadores eran vecinos, por eso no se idolatraban como en otras zonas, solo ‘el Pibe’ (Carlos Valderrama) cambió eso cuando vino de jugar en Francia, que la gente iba a buscarlo para tomarse la foto y abrazarlo”.
De niño, Edgar tuvo un sueño que no pudo cumplir, añoranza que hoy le causa gracia. “Yo quería ser recogebolas. Hablé para poder estar allí cerca de los jugadores, me gustaba, además, no tenía que pagar la entrada, no obstante, en casa no me dieron permiso”, expuso.
Los años pasaron y Edgar creció, ahora tenía el privilegio de asistir al ‘Eduardo Santos’ sin pagar la boleta, con su cámara colgada al cuello podía ingresar sin ningún impedimento para ver de cerca a sus ídolos y registrar con su lente los detalles de los partidos.
“No olvido ese primer día que fui a cubrir un partido, no sabía si gritar el gol, ponerme triste cuando era en contra, o tomar la foto”, expresó.
A Edgar ese amor por ‘El Ciclón’ lo llevaría a convertirse en uno de los fotógrafos más expulsados en el fútbol colombiano.
“A mí me expulsaron en cuatro ocasiones de los estadios. Recuerdo que una vez fue en Envigado, allá no me dejaban tomar fotos con flash, pero el diario donde trabajaba me pagó todo y yo no podía regresar a Santa Marta sin fotos. La otra fue en el ‘Eduardo Santos’, la iluminación era mala, esa vez (Jairo) ‘Calanche’ Sulbarán le hizo un gol a Nacional y yo me metí al gramado y le tomé la foto a ‘Rene’ Higuita allí tirado, vencido, esa era la foto de primera plana en el periódico. Las otras dos fue contra Junior por gritarle a los árbitros, eso lo hacíamos los fotógrafos samarios cuando había decisiones que no nos parecían justas y en esas oportunidades me vieron fue a mí y me expulsaron”, recordó.
Edgar también expresa que la hinchada del Unión ha cambiado, “antes la fanaticada samaria sabía de fútbol, aplaudía al rival, sacaba los pañuelos blancos, hasta ese grito del exarquero y ya fallecido (Maximiliano) ‘Chimilongo’ Robles, se sentía en las gradas; ahora hay unos mal llamados hinchas que son muy violentos”.
Por motivos de salud, Edgar, quien es un sobreviviente del Covid-19, está alejado del estadio, sin embargo, desde la pantalla chica sigue al equipo de sus amores.
“Siempre seré del Unión, pierda o gané, no puedo ser enemigo de lo mío y nunca voy a entender como un samario se puede poner una camiseta de otro equipo y que no sea la del equipo de la tierra”.
La historia de Edgar es la de muchos samarios, quienes sin importar el rendimiento del Unión Magdalena son fieles a esos colores, los cuales hoy llegan a un nuevo aniversario con algunos momentos de gloria y otros de frustraciones.