Cada año, el 2 de noviembre, se conmemora el Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, una fecha que resalta la importancia de afianzar la seguridad de los periodistas en todo el mundo, así como garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información para todos los ciudadanos.
Según cifras proporcionadas por organizaciones nacionales e internacionales, la violencia contra periodistas continua en aumento. La Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) indican “86 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados en todo el mundo en 2022, uno cada cuatro días”.
El panorama para el 2022 estuvo en aumento debido al repunte de asesinatos, lo que marcó un cambio de la tendencia positiva observada en los últimos años; además, según el Observatorio de la Unesco de Periodistas Asesinados “de 99 asesinatos en 2018, el número se había reducido a un promedio de 58 asesinatos por año entre 2019 y 2021”.
A los datos anteriores, se le suma la afirmación de Audrey Azoulay, directora General de la Unesco, quien dice “tras varios años de descensos consecutivos, el fuerte aumento del número de periodistas asesinados en 2022 es alarmante”.
También agrega “las autoridades deben redoblar sus esfuerzos para poner fin a estos crímenes y garantizar que sus autores sean castigados, porque la indiferencia es un factor importante en este clima de violencia”.
Estas cifras refuerzan las brechas de inseguridad que son cada vez más evidentes en la seguridad brindada por los diferentes gobiernos a los comunicadores y así lograr la prevención y persecución de los crímenes cometidos en su contra.
Y si bien es cierto que todos los territorios se vieron en vueltos en este tipo de violencia, los más afectados fueron el Caribe y América Latina, ya que para el año pasado se contó con 44 homicidios, más de la mitad de todos los asesinados en el mundo. Asia y el Pacífico registraron 16 asesinatos, mientras que 11 se produjeron en Europa del Este. Es así como los países más mortíferos fueron México (19 asesinatos), Ucrania (10) y Haití (9), según datos de la Unesco.
Por otro lado, en un informe de la FLIP (Fundación para la Libertad de Prensa), se reveló que la violencia contra periodistas en Colombia aumentó en 2022 y dejó dos comunicadores asesinados y más de 200 bajo amenaza.
Y es que, según la misma fuente, en el presente año se han registrado 34 acosos judiciales en Colombia, es decir, abuso de las instancias judiciales con el fin de censurar, silenciar o intimidar el ejercicio de la libertad de expresión, a partir de una causa infundada. El acoso judicial puede ocurrir a través de demandas civiles, denuncias y/o acciones de tutela.
A pesar de algunos avances registrados en los últimos cinco años, el índice de impunidad en los casos de asesinatos de periodistas siga siendo notoriamente alto, alcanzando un 86%, como lo indica la Unesco.
Esta situación ejerce un efecto amedrentador sobre la labor de los periodistas y plantea una amenaza seria a la libertad de expresión en todo el mundo; estos datos de la Unesco subrayan la necesidad de una mayor cooperación internacional en la lucha contra la impunidad en estos casos.
La impunidad en los casos de asesinatos de periodistas no solo perpetúa estos crímenes, sino que también suele ser un síntoma de un aumento en el conflicto, la falta de aplicación de la ley y la disfunción del sistema judicial.
Además, según un informe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), aparte de los asesinatos, los periodistas enfrentan una serie de amenazas que van desde el secuestro, la tortura y otros ataques físicos hasta el acoso en línea. Estos actos de violencia y hostigamiento generan un ambiente de temor entre los profesionales de los medios, lo que no permite la libre circulación de información, opiniones y pensamientos entre los ciudadanos.
Es así como en muchos de los casos no se les brinda la investigación necesaria y de forma adecuada, dejándolos en casos impunes. Del mismo modo, la Unesco “teme que esta impunidad dañe a la sociedad en su conjunto al encubrir graves abusos de los derechos humanos, corrupción y otros crímenes. El tipo de noticias que son "silenciadas" es exactamente el tipo de información que la opinión pública necesita conocer”.
La conmemoración del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas en 2023 tiene como objetivo concientizar tanto a la opinión pública como a la comunidad internacional sobre los desafíos significativos que los periodistas y comunicadores enfrentan en el ejercicio de su labor.
También se pretende destacar el aumento de la violencia y la represión dirigidas hacia estos profesionales.
En el presente año, se hace énfasis en la situación crítica de los ataques a la prensa y las restricciones que enfrentan en el marco de la cobertura de movimientos de protesta.
También se destacan los casos de enjuiciamiento de periodistas por razones vinculadas a su labor informativa sobre asuntos de interés público, así como el creciente fenómeno de exilio forzado, que se ha convertido en una de las principales opciones para periodistas confrontados con represión en varios países.
Asimismo, en un comunicado lanzado por la ONU, se destaca la situación de violencia que enfrentan periodistas y profesionales de los medios de comunicación durante los procesos electorales.
Según la organización, "reafirma la obligación de los Estados de adoptar medidas eficaces para proteger a la prensa independiente y reforzar los marcos institucionales que combaten la violencia y la impunidad, y que promueven la independencia, la sostenibilidad y la diversidad de los medios de comunicación".
Esto resalta la responsabilidad de los Estados en la implementación de medidas efectivas para salvaguardar a la prensa independiente y fortalecer las estructuras institucionales destinadas a combatir la violencia y la impunidad, al tiempo que promueven la independencia, la sostenibilidad y la diversidad de los medios de comunicación.
La lucha por erradicar la impunidad y garantizar la seguridad de los periodistas continúa siendo un objetivo esencial en todo el mundo.