Antes de la pandemia algunos oficios parecían invisibles ante los ojos de muchos colombianos. El aislamiento preventivo obligatorio decretado por el Gobierno Nacional ha sacado a flote a millones de trabajadores anónimos los cuales cumplen un papel importante en la sociedad.
Ahora esas humildes labores son reconocidas como el de las personas dedicadas a realizar la limpieza de edificios, conjuntos residenciales, hospitales, centros comerciales, entre otros.
Yuli Pedraza, es una madre cabeza de familia quien lleva cuatro años trabajando en una empresa de aseo. Ella vive con su mamá y sus tres hijos en el barrio Los Alpes, de Ciudad Bolívar.
De lunes a sábado Yuli sale de su casa a las seis de la mañana a los dos puntos que tiene que cubrir. El primero es en un edifico de oficinas ubicado al norte de la ciudad, en donde con otra compañera realizan el aseo y la parte de desinfección. El segundo lugar es un conjunto de apartamentos situado al noroccidente de Bogotá. Allí trabaja de diez de la mañana, hasta las cuatro de la tarde.
“Antes de la cuarentena teníamos una rutina que era barrer y trapear los doce pisos del edifico, de abajo hacia arriba. Ahora con la pandemia tenemos que estar desinfectando los pasamanos de las escaleras, pasillos, puertas y paredes. Lo más duro es estar limpiando la parte donde están los extintores”, señala.
La mayoría de las compañeras que trabajan con Yuli tienen hijos. A pesar del riesgo del contagio por el coronavirus, ninguna de ellas renunció. Son madres que sostienen a su familia con esta labor muy poco valorada.
“En algunos lugares no aprecian nuestro trabajo. Hay gente que no es agradecida y piensan que esto es a llegar a “mamar gallo”. El trabajo es agotador, que limpie aquí, que suba y baje. Al fin y al cabo, somos personas de costumbre. Lo más importante es que tengo una estabilidad económica para poder sacar a mis tres hijos adelante. El mayor tiene 11 años, el otro 5 y el último tiene un año de nacido”, dice Yuri.
Las personas que están asumiendo estos trabajos durante la cuarentena son conscientes del riesgo que están corriendo. Pero la necesidad los obliga a no dejar sus empleos.
“Hay mucho temor de que uno se pueda contagiar, pero si no lo hago no comemos. Mi mamá me dice que me cuide mucho. Obviamente por mis hijos yo lo hago. Cuando regreso a la casa me cambio toda la ropa que llevo puesta. Me baño bien, me recojo el cabello y me aplico un poco de spray por encima para matar el virus como se dice. Los zapatos y la ropa, todo afuera para lavarla muy bien”, comenta.
Los fines de semana Yuli les dedica mayor tiempo a sus hijos. Los acompaña a hacer las tareas. A veces ven alguna película o se ponen a jugar en la sala. Según Yuli, el encierro les ha dado muy duro. A los dos hijos que están estudiando la profesora les manda los trabajos por WhatsApp. Ellos resuelven las tareas y la maestra los califica.
Mucha gente del barrio donde vive Yuli se quedó sin empleo. La mayoría de ellos trabajaban como vendedores ambulantes y empleadas del servicio doméstico. Vecinos de ese sector han tenido que colocar un trapo rojo en la fachada de sus casas para solicitar ayuda.
“Yo tengo varias amigas que hacen el aseo en hospitales. A ellas les ha tocado muy duro por lo del coronavirus. Se la pasan limpiando y desinsectando a toda hora los pasillos, los pisos, las paredes y hasta el techo. Las que tiene el turno de la noche sufren más porque esa jornada es más pesada. Esto va para largo porque la gente no hace caso. Pero por la necesidad hay que seguir trabajando y seguir cuidándose”, concluye Yuli.
Las empresas de aseo han dignificado esta labor realizada en un 90 por ciento por mujeres, la mayoría madres cabeza de familia, las cuales tienen un nivel bajo de escolaridad. Muchas de ellas a pesar de que viven lejos de su trabajo, cumplen puntalmente con su jornada laboral. Antes eran llamadas despectivamente como las señoras de los tintos o aseadoras. Ahora se les conoce como trabajadoras de servicios generales.
La Federación Nacional de Empresas de Aseo (Fenaseo), la cual nació hace 36 años, es el organismo que agrupa a 85 empresas de aseo, limpieza, asepsia técnica, desinfección, productores de insumos y maquinaria, entre otros.
La Radio Nacional de Colombia conversó con María del Pilar Rodríguez, directora ejecutiva de Fenaseo, para conocer sobre este gremio, en donde trabajan 250 mil personas en el país, entre operarios y administrativos.
¿Hace cuánto nacieron las empresas de aseo en el país?
Las empresas de aseo nacieron hace 70 años con la inquietud de saber usar correctamente los nuevos productos de limpieza que recién estaban saliendo al mercado, como jabones para pisos, alfombras y muebles, desmanchadores y ceras, entre otros. Esto generó la necesidad de prestar el servicio con personal capacitado en las labores de aseo y limpieza inicialmente en hogares.
Con el paso del tiempo, el tipo de servicio y la demanda se fue ampliando a empresas oficiales, privadas, unidades residenciales, oficinas y edificios, hasta llegar a abarcar todo tipo de inmuebles. En esos sitios ya no se requería un servicio ocasional sino permanente prestado por una empresa que se encargara de suministrar personal entrenado, materiales de aseo, maquinaria y todo lo que permitiera la correcta prestación del servicio.
¿Cómo han ido evolucionando las empresas de aseo?
Las empresas de aseo, así como el gremio en general, ha venido trabajando a la vanguardia de la tecnología e innovación, capacitando a su personal para la prestación de un excelente servicio, con el fin de mitigar los accidentes laborales y reducir el ausentismo, usando plataformas de soluciones tecnológicas empresariales que permite la sistematización de algunos procesos.
¿Qué ha hecho la Federación para dignificar esta labor tan poca valorada?
Fenaseo ha venido trabajando en la humanización, profesionalización e innovación tanto de la práctica del servicio, como de sus profesionales. Por este motivo se creó el Día del Profesional de la Limpieza, el cual se celebra cada 16 de octubre. En esa fecha se resalta esta significativa labor, dando a ellos un reconocimiento a través de un día lleno de premios y actividades lúdicas.
De otra parte, hemos trabajado de la mano de la Fundación el Misericordioso Corazón de María, ubicada en la ciudad de Bogotá. Allí se encuentra las casas de aseo las cuales contribuyen para el cuidado de bebés, entre los 4 meses de nacidos, hasta los 4 años, hijos de los trabajadores.
¿Cómo se han beneficiado estos trabajadores en la parte laboral?
Muchos trabajadores se han visto beneficiados con la profesionalización del servicio gratuito, ya que muchas empresas de aseo asumen el costo de capacitar a sus empleados con el fin de obtener un servicio de calidad y crear competencias dentro de su equipo.
¿Cómo manejan el tema de la bioseguridad y más ahora con la pandemia?
Antes de la pandemia y ahora se capacita constantemente a los trabajadores y empresas sobre el uso adecuado y obligatorio de sus elementos de protección personal (EPP), como los tapabocas, monogafas y guantes, entre otros. Estas capacitaciones se han venido haciendo de manera presencial y virtual. Sin embargo, debido a la contingencia y en aras de la mitigación de la propagación del virus, se hacen de manera virtual.
¿ Y con el personal que trabaja en hospitales?
Se reforzaron las medidas de bioseguridad pues se deben cambiar de manera más frecuente los (EPP). En algunos puntos se flexibilizaron las jornadas laborales para que el personal no se vea inmerso en el transporte público congestionado.
¿Qué organismo estatal regula a las empresas de aseo?
La Secretaria de Salud siempre está vigilando que las normas de bioseguridad se cumplan a cabalidad. Por su parte, el Ministerio de Trabajo regula la normatividad para el correcto desarrollo de las labores y Fenaseo contribuye con el apoyo a estas entidades para el cumplimiento de las normas.
¿Cuál es la situación de las empresas de aseo en nuestro país?
La situación es crítica ya que a raíz de la pandemia se cerraron múltiples puntos de trabajo (colegios, centros comerciales y universidades, entre otros) lo que ocasionó que muchos trabajadores se encuentren desempleados. Para las empresas de aseo es imposible sostener una nómina de 3 meses con una rentabilidad tan baja recrudecido el tema con carteras pendientes de entidades privadas y estatales.
¿Usted cree que esta pandemia enseñará a valorar oficios como los de este sector?
Definitivamente, pues esta labor ha sido crucial en la mitigación de la propagación de la pandemia del Covid-19. El mismo presidente Iván Duque ha hecho público el agradecimiento y reconocimiento de nuestros servicios.
Sin embargo, todavía existen algunas empresas de “garaje” que abusan de la necesidad de estas abnegadas trabajadoras. No cumplen con las normas exigidas por el Gobierno, no dan capacitación a las colaboradoras y no les pagan lo que corresponde por su labor.