Según un estudio de la Contraloría General de la República, el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) le ha costado a la Nación aproximadamente $100 billones de pesos desde su puesta en funcionamiento lo que lleva aumentos “más agresivos” en los precios internos.
Para el ente de control, estos recursos no debieron destinarse a subsidiar los combustibles, ya que no era la finalidad del Fondo, por lo que sugiere que el funcionamiento de este fondo y del precio interno de los combustibles a largo plazo, “sean consecuencia de la aplicación de una política constante, mejor diseñada y de largo plazo y no coyuntural como hasta ahora”.
“De haber tenido un fondo que funcionara con menos restricciones y admitiera mayores volatilidades, no se hubiera tenido que recurrir a constantes apalancamientos (vía Presupuesto General de la Nación), dividendos, endeudamiento y reformas tributarias”, se lee en el estudio.
Igualmente, la Contraloría señaló que el mal funcionamiento del FEPC ha llevado a declarar altos dividendos por parte de Ecopetrol para así poder sanear el fondo con las utilidades de la petrolera, lo que conlleva a una menor disponibilidad de recursos de inversión para sus programas y de esto se origina la necesidad de emitir bonos de deuda, aumentando los niveles de endeudamiento de dicha compañía.
Ante esto para la Contraloría, lo aconsejable sería que los precios internos de los combustibles líquidos variaran de manera más cercana con los mercados internacionales para que, de esta manera, la Nación no tuviera que recurrir al endeudamiento o a otras fuentes del Presupuesto General de la Nación.