La industria minera colombiana ha experimentado un significativo avance en su contribución al país durante el presente año. Según la más reciente publicación de la DIAN sobre los aportes en renta, durante el año 2023 ha llevado a una actualización positiva de las cifras de contribución del sector para dicho periodo.
Inicialmente calculadas en $15,9 billones, las contribuciones se han elevado a la destacable suma de $20,5 billones. Este desglose incluye $10,1 billones en impuesto de renta minera (sin petróleo), $6,1 billones en regalías (sin petróleo) y $4,2 billones en otros impuestos.
De acuerdo con los cálculos proporcionados por la Asociación Colombiana de Minería (ACM), se proyecta que la industria minera continúe su aporte al país durante el cierre del 2023 con $5,6 billones en impuesto de renta (sin petróleo) y $3 billones en otros impuestos. En conjunto, se estima que la minería colombiana logrará alcanzar una cifra significativa de $18,3 billones en aportes al cierre del presente año, consolidándose como un elemento clave para el impulso de la economía nacional.
“Estos aportes reafirman el compromiso del sector con la sostenibilidad de las finanzas públicas y la inversión social, ya que en el primer año de Gobierno solo el sector minero (sin hidrocarburos) contribuyó con más de $16,5 billones adicionales a sus aportes promedio. Una cifra muy superior a las expectativas que el Gobierno tenía de recaudo por cuenta de la no deducibilidad de las regalías (con hidrocarburos). Solo en renta el sector aporta $8,7 billones adicionales a su aporte tradicional. Asimismo, esta industria genera más de 160 mil empleos directos y 750 mil empleos indirectos”, señaló Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM.
Además, resaltó que el sector minero energético sigue siendo el principal generador de aportes para el país, ya que el año pasado en impuesto de renta la Minería y los Hidrocarburos fueron los que más contribuyeron con $27 billones de aportes, muy por encima del Comercio ($17 billones), Industria ($11 billones) y las Actividades Financieras ($8 billones).
En materia de producción de minerales estratégicos para el país, la ACM proyecta que la producción de carbón térmico y metalúrgico del país cierre en 2023 en unos 71,7 millones de toneladas, mientras que para 2024 esa cifra sería de 77,3 millones de toneladas. En lo que tiene que ver con la producción de coque, este año terminaría con 4 millones de toneladas y, por su parte, el oro llegaría este año a 629 mil onzas y el próximo año esa cifra llegaría a las 636. Respecto a las expectativas de producción de minerales no metálicos, se calcula una caída del 3% en 2023 y una en similar magnitud para 2024 por la menor dinámica del sector de la construcción.
De igual manera, la ACM hizo un llamado a impulsar la actividad de exploración minera como elemento significativo para el desarrollo del país: “Al promover esta actividad, buscamos adquirir un conocimiento detallado de los recursos mineros nacionales, lo que permite una planificación estratégica eficiente para respaldar los proyectos clave que tiene el Estado. La exploración no solo identifica y cuantifica los recursos, sino que también impulsa el desarrollo de sectores económicos y atrae inversión extranjera, consolidando así un camino hacia un crecimiento equitativo y productivo para Colombia”, concluyó Juan Camilo Nariño, presidente de la ACM.
Por su parte, el Ministerio de Minas y Energía y sus entidades adscritas adelantaron su rendición de cuentas 2022-2023 con la participación de la ciudadanía, actores del sector minero-energético y grupos de interés. La cartera presentó los avances del último año en materia de energía, hidrocarburos y minería, y los desafíos que enfrenta el sector para sacar adelante las iniciativas que lidera el Gobierno Nacional.
Entre los principales avances se encuentra la creación de la Hoja de Ruta de la Transición Energética Justa, compuesta por un diagnóstico base para la transición, una identificación de los potenciales energéticos del país y un análisis de los escenarios de planeación energética a mediano y largo plazo. Esta apuesta incluye la modernización de las entidades adscritas al ministerio.
“La transición energética, para que sea justa, debe estar adecuada a los escenarios territoriales. Un país diverso y rico como el nuestro, en su geografía y en sus complejidades, implica que la transición tiene que pensarse también con ese enfoque territorial”, señaló el ministro Andrés Camacho.
Adicionalmente, el jefe de esta cartera destacó como uno de los “proyectos estrella” de la entidad la propuesta de las Comunidades Energéticas, mediante la cual se busca democratizar la generación, comercialización y uso eficiente de fuentes no convencionales de energía por parte de usuarios constituidos en comunidades. A la fecha se han postulado alrededor de 2090 propuestas y existen los primeros pilotos en la región Caribe (La Guajira, Bolívar y Atlántico).
“Buscamos garantizar la democratización de la energía. La energía no es solo luz, es motor de desarrollo, emprendimiento, oportunidades que transforman la cotidianidad de la gente”, afirmó Camacho.
Otros logros del sector son el Pacto por la Justicia Tarifaria, que logró frenar el alza del servicio de energía; los subsidios entregados, que llegan a más de 3,8 billones de pesos; la ampliación de la cobertura, que permitió atender a más de 33 mil nuevas familias, y el desarrollo del Plan de Electrificación Rural, que en el último año logró conectar 34.306 nuevos usuarios.
En materia de minería se destacó el diseño del proyecto de Ley Minera para la Transición Energética Justa, la Industrialización y la Minería para la Vida, que está en proceso de concertación con las autoridades de pueblos étnicos.
La Agencia Nacional de Minería (ANM), además, ha incrementado su presencia territorial, lo cual ha permitido combatir la ilegalidad, promover procesos de formalización y mejorar el recaudo de las regalías.
En relación con los hidrocarburos, el ministerio destacó que ha desarrollado una estrategia de reactivación de los contratos de exploración y producción, que busca aumentar la eficiencia de estos procesos y fortalecer así la política de hidrocarburos en el país: “Vamos a aprovechar los hidrocarburos para dar el paso a una economía descarbonizada, lo cual implica usar de mejor manera los contratos y la tecnología”, concluyó el ministro. Andrés Camacho.