Con docentes nativos y no nativos ha avanzado el convenio entre la Gobernación de Cesar y el resguardo Iroka, con el objetivo de garantizar que la educación llegue a los niños de la etnia indígena Yukpa, especialmente aquellos en las zonas de más difícil acceso en la Serranía del Perijá.
Los avances obtenidos durante el año 2024 fueron presentados en el conversatorio “Construyendo saberes desde nuestra identidad en armonía con el mundo”, realizado en el municipio de Agustín Codazzi, Cesar.
Este convenio busca garantizar, a través de la canasta educativa, el acceso a la educación para esta comunidad indígena.
Andrés David Pineda Garrido, rector de la Institución Educativa Tutačhe y director general del sistema educativo Yukpa propio, afirmó que se están llevando los recursos educativos a los estudiantes, bajo el principio de que la escuela debe llegar a los estudiantes, y no al revés.
“Hemos superado todas esas barreras mediante diferentes estrategias para la prestación del servicio. Esto se logra contratando docentes donde haya necesidad. La educación para el pueblo Yukpa se entiende como una educación sin fronteras, inclusiva, que promueve la formación para la vida y, sobre todo, busca la transformación social de esta comunidad, para que en la educación encuentren un respiro, un alivio que reivindique y dignifique sus vidas en sus territorios”, explicó el docente.
El docente también resaltó que la participación de docentes nativos en este proceso es del 70%. “Ellos se encargan del escalón más importante de este trayecto educativo, como lo es la educación preescolar y básica primaria. Aquí es donde los estudiantes adquieren las primeras nociones en lengua materna, cultura e historia. Esto les permite hacer un tránsito armónico hacia la educación secundaria”, dijo.
Viviana Estrada, lideresa de esta población y psicoorientadora de la Institución Educativa Ečhoka y Tutačhe, destacó los avances que se han logrado a través de este sistema, ya que, gracias a él, esta comunidad logró tener a su primera mujer bachiller. Ella espera ser un referente para las nuevas generaciones de su comunidad. “Mi formación es fruto del esfuerzo realizado en todos estos procesos. Quiero ser un ejemplo para las niñas y mujeres de nuestra comunidad”, afirmó.
Los líderes de estos procesos esperan que más jóvenes se preparen en el ámbito profesional, para que puedan seguir sirviendo a su comunidad y transmitiendo sus conocimientos a niños, niñas, adolescentes y adultos.