¿Por qué romantizamos a la figura materna? Explorando sus raíces históricas y culturales

La idealización y romantización de la figura materna es un tema que ha sido objeto de reflexión más allá de América Latina. Sin embargo, este fenómeno no siempre ha tenido consecuencias positivas para las mujeres. Por eso, es importante cuestionar y explorar por qué esta romantización ha tenido lugar y cuáles son las implicaciones detrás de ella.

Para obtener una perspectiva más profunda sobre este tema, hemos entrevistado a dos expertas: la escritora y conferencista María Helena Muñoz y la psicóloga clínica Laura Victoria Londoño. A través de sus reflexiones, podremos entender mejor las dinámicas detrás de la idealización de la figura materna y sus impactos en la sociedad.

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Principales causas

Antecedentes:

María Elena Muñoz, escritora del ensayo histórico y académico "Maestras y Eruditas. Mujeres en la historia" (2019), asegura que la romantización de la figura materna no es exclusiva de América Latina, sino que se da alrededor del mundo. Sin embargo, dice que esto no siempre fue así.

"Por ejemplo, en las comunidades prehistóricas las mujeres eran guerreras y cazadoras como los hombres, y no habían roles de género. Estamos hablando de civilizaciones de hace 4 mil años antes de nuestra era". Añade que con la aparición del patriarcado como un modelo de dominación social, la situación cambió radicalmente para las mujeres.

Aparición del patriarcado:

Para la misma autora, la romantización de la figura materna se da "desde el momento en que los seres humanos ya son sedentarios y empiezan a determinar un líder patriarcal, es decir hombres que son líderes de sus grupos y que tienen a su cargo la producción de las tierras, cría de ganado y otras actividades de comercio."

En aquella época, nos cuenta la autora, se creía que las mujeres principalmente estaban destinadas a procrear para así proporcionar más trabajadores, más guerreros o más líderes que guiaran a la comunidad. Además del posicionamiento de los hombres como los jefes de la manada, otros aspectos influyeron para que con el pasar de los años se romantizara la idea de la maternidad.

Influencia de la Iglesia Católica:

De acuerdo con la experta, la Iglesia Católica se opuso a los anticonceptivos hasta el siglo XX y la interrupción del embarazo era considerada inaceptable porque las mujeres debían cumplir con su rol de ser madres.

"Tenía que asumir el papel completo del rol mariano, que es la abnegación, la sumisión, la entrega, la total negación de ser mujer y solo ser madre. Entonces soy madre, me parezco a la Virgen María y por eso voy a llegar al reino de los cielos" y añade que "Ojalá sea una madre que esté dentro de los sacramentos de la religión católica, una madre legalizada por el matrimonio".

O lo que es igual, se le asignó a la mujer un rol social específico en función de su tarea reproductiva, de los que ahondamos a continuación desde una mirada psicológica y clínica.

Roles sociales establecidos:

Según la psicóloga clínica Laura Victoria Londoño, en la actualidad, "no se trata tanto de romantizar la figura materna" sino de reconocer la labor histórica que las mujeres han desempeñado en el cuidado de los hijos y el hogar.

"Cuando el bebé nace, los primeros dos años aproximadamente está en una conexión biológica y psicológica directamente con su mamá". Asegura esta experta en psicología dinámica, que estudia la estructuración del ser humano en sus primeros años de vida.

Sin embargo, enfatiza que la vida humana no se puede atribuir únicamente a la figura materna, pues "Sin los hombres tampoco habría vida. Existe la vida gracias a un óvulo y un espermatozoide, que se juntan, 50-50. Solitas no podemos" y agrega que "somos indispensables tanto hombres como mujeres".

Para una crianza saludable de los hijos, Londoño considera que tanto la imagen materna como paterna son igualmente importantes. Romantizar la figura materna como la única fuente de bienestar emocional para los niños, según la experta, puede ser perjudicial, ya que la presencia del padre también es fundamental para el desarrollo saludable del infante.

Añade que "Los seres humanos estamos muy bien si logramos tener un vínculo y una conexión con papá y mamá, si ambos se concientizan de la importancia que tienen cada uno en la vida de sus hijos".

Figura materna desde el discurso del matriarcado

Antes que nada: ¿Qué plantea el matriarcado?

María Elena Muñoz asegura que "el matriarcado plantea que la mujer no se puede minimizar a la figura materna, sino que tiene que superponer ese rol de maternidad frente a otros roles que la sociedad exige, como ser líder, economista, científica, etc".

Independencia:

Sobre este tema, la psicóloga clínica Laura Londoño asegura que el rol de la mujer ha cambiado radicalmente en la sociedad y que hoy, a pesar de que hay personas que aún conservan ideas tradicionales sobre el papel que deberían ejercer en diversos ámbitos, las mujeres tienen nuevas oportunidades en su vida, más que ser madres o formar una familia.

"Lo que ha cambiado culturalmente es la valoración que hemos hecho de la mujer". Asegura que más que romantizar a la maternidad es importante incentivar en la sociedad el respeto por la diferencia, con el que se pueda reconocer la importancia no solo de la maternidad, sino también de la paternidad.

"Lo que tenemos que intentar lograr en términos de cultura es un equilibrio, una equidad, no una igualdad: somos diferentes los hombres y las mujeres, cada uno tiene unos roles establecidos y unas capacidades. Hay que entender que somos un equipo". Agrega esta experta y hace la siguiente invitación.

Derrumbar estereotipos: 

Derrumbar los estereotipos es quizás una de las conclusiones en las que concuerdan ambas expertas. Aunque coinciden en que es importante celebrar el papel de la figura materna en la sociedad —como por ejemplo, celebrar el día de la madre u otras fechas—, dicen que hay que derribar las idealizaciones sobre los roles sociales establecidos por el patriarcado para las mujeres.

Concluyen que, más que romantizar la figura materna, es importante percatarse de la salud mental tanto de mujeres como hombres, fomentando la calidad de vida y el desarrollo óptimo de las familias desde su diversidad.