En la parte alta del valle del río Magdalena se alinean los surcos sembrados de albahaca. La temperatura promedio es de 30 grados centígrados, pero puede llegar a los 40. Muy cerca está el desierto La Tatacoa.
En ese escenario, específicamente en la vereda La Victoria del municipio de Villavieja, es donde Carlos Eduardo Mayor decidió cultivar esta planta aromática en tres hectáreas de tierra, a cielo abierto.
Su proyecto inició durante el periodo de emergencia sanitaria por covid-19 y es el único en el Huila.
“Nos dio por la aventura de montar este proyecto productivo en Villavieja no solamente con el objetivo económico, sino también el de ayudar a generar empleo en esta época tan difícil. Hoy en día contamos con 30 personas, 24 de ellas son mujeres cabeza de familia y mujeres que han sido también desplazadas por el tema de la violencia, también tenemos jóvenes”, contó.
Esta iniciativa se llama 'Albahaca del desierto'. Para poder cultivar don Carlos implementó un sistema de riego por microgoteo, para utilizar la menor cantidad de agua posible. Así mismo, aplica la tecnología crop booster donde las plantas mejoran la absorción y uso de agua, de los fertilizantes aplicados sobre ellas y de los nutrientes existentes en el suelo.
Además, la finca cuenta con un aljibe y la posibilidad de acceder al agua a través del distrito de riego de la zona.
Cultivo de exportación
La albahaca es un cultivo de ciclo corto y se siembran tres especies: nufar, aroma y tailandesa. Su vida productiva son cuatro meses, los dos primeros son de desarrollo de la planta. El primer corte se denomina pinche y son dos meses cosechando, haciendo podas cada semana. Es allí donde es clave la mano de obra de las mujeres y los jóvenes.
Las principales herramientas son las tijeras y los termos de icopor, estos últimos donde se almacena las hojas rápidamente para que no se deshidraten. En la sala de procesos se hace la selección, clasificación y empaque y los paquetes se entregan en el aeropuerto El Dorado de Bogotá.
Marily Vanegas Olaya empezó como cortadora, luego fue clasificadora. Actualmente, es la administradora de la plantación, lo que más disfruta de su trabajo es el aroma de la albahaca.
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“Me encanta levantarme a las 5 de la mañana, alistarme, salir hacia la finca. Llegar, pasear el cultivo para mirar cómo amaneció. Y todo el día estar en medio del producto. También me gusta compartir con muchas mujeres porque trabajan, al igual que yo, por el sustento diario de nuestros hijos”, comentó.
Aproximadamente el 90% de la albahaca producida en Villavieja está llegando a Estados Unidos. Por ahora, se vende a través de intermediarios que la distribuyen en pizzerías y restaurantes de este país. El objetivo es contactar a un cliente directo en cualquier parte del mundo porque la finca ya está certificada como predio exportador.
En la actualidad, el departamento del Tolima lidera el mercado de exportación de albahaca. Carlos Mayor cree posible que el Huila pueda llegar a ese nivel y que otros emprendedores le apuesten a esta planta.
“Qué bueno encontrarme con personas o empresas que quieran implementar este cultivo aquí en el Huila, y que así como hoy en día el departamento es uno de los mayores productores de café, pues también que lleguemos a decir que somos el mayor productor de aromáticas”, concluye.