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‘Casa Asomuhupaz’, un proyecto que busca desde la achira hacer una contribución para la paz

Firmantes de paz, campesinas, víctimas, madres cabezas de hogar, consolidan sus apuestas por la paz desde un proyecto productivo desde la achira.
‘Casa Asomuhupaz’ en Huila, un proyecto para la contribución para la paz
Foto: Comité de comunicaciones Asomuhupaz
Yesenia Polanía

La ‘Casa Asomuhupaz’ es el espacio donde la Asociación de Mujeres del Huila por la Paz se junta para la fábrica de derivados de la achira como bizcochos, galletas, y bebidas. También es el lugar donde las mismas mujeres firmantes de paz, campesinas, víctimas del conflicto, cabezas de hogar, entre otras, construyen agendas colectivas por la construcción de paz en el Huila.

Este proyecto productivo va tomando forma y sabor a achira porque una de las integrantes de la organización tenía la receta de una tradición de la familia de su esposo y quiso compartirla con las demás mujeres dada la relevancia que esta tiene para los paladares huilenses y la tradición opita.

Así, incursionaron con la elaboración de los bizcochos y de a poco fueron incluyendo otras recetas como las galletas, achiras picantes y la bebida de achira que se ha venido convirtiendo en una preparación -además de deliciosa- representativa para la organización. 

Achiras
Foto: Comité de comunicaciones Asomuhupaz 

La representante legal de esta organización, Karen Julieth Trujillo Muñoz, mencionó que “esta apuesta productiva también ha permitido generar diálogos y relaciones con otras organizaciones de mujeres firmantes de paz como es el caso de la Asociación de Mujeres Agropecuarias de Lejanías (Asomali), en el municipio de Teruel, quienes cultivan la achira y han venido abriendo estos espacios de comercialización directa y de aprendizaje en el proceso de creación de la harina de achira”. 

Una mirada a la historia de Asomuhupaz

Achiras
Foto: Comité de comunicaciones Asomuhupaz 

Esta  organización nació en el año 2016 por el impulso de algunas mujeres que venían trabajando principalmente desde el sector rural y posteriormente se fueron sumando otras mujeres víctimas de desplazamiento del conflicto armado y firmantes del Acuerdo de Paz que llegaron a Neiva, en el marco de su proceso de reincorporación, y desde otros sectores. 

Sin embargo, reconocen que el proceso ha tenido algunos ires y venires. Para Karen de las situaciones difíciles que han tenido que afrontar es conocer sobre las dinámicas administrativas de la organización “algunas compañeras venían de la selva y las otras no tenían ni idea sobre cómo hacer un acta, o manejar los temas financieros y de costos, eso se ha venido aprendiendo de a poco”. 

Añadió que como colectivo han sido víctimas de persecución política y de estigmatización, quienes sufren esto, en mayor proporción, son las mujeres firmantes del Acuerdo que hacen parte de Asomuhupaz. 


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El hecho de que haya esquemas de seguridad cerca de la casa genera algunas resistencias para quienes transitan cotidianamente por el lugar. 

Pese a todas esas situaciones, las mujeres continúan encontrándose en la ‘Casa Asomuhupaz’, este espacio físico ubicado en el barrio Campo Núñez, en Neiva donde crece a diario su proyecto productivo. 
Dice su representante legal que al ser mujeres tan diversas con habilidades y experiencias distintas, ha sido posible que el trabajo colectivo sea mucho más enriquecedor.

Las integrantes de la ‘Casa Asomuhupaz’ se congregan alrededor del horno para elaborar, manualmente, cada uno de sus bizcochos, un espacio de conversación e intercambio valioso. 

Actualmente sus procesos de producción continúan siendo lentos, aunque esperan poder agilizarlos cuando tengan los equipos industriales para la producción. 

Cada una de las mujeres se involucra en el proceso productivo así como en los temas sociales que buscan consolidar la memoria, las apuestas por la implementación del Acuerdo de Paz en materia económica y social, con enfoque de género. 

Sueñan con que su casa pueda ser, en algún momento, un espacio propio y que se sigan consolidando las apuestas por la paz y su proyecto productivo. 

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