Mario Sotelo y su pizza hawaiana, una historia de resiliencia en Mesetas, Meta
Mesetas es un municipio ubicado al sur de Meta y ha sido uno de los epicentros del conflicto armado en Colombia. Representa un territorio histórico para el Acuerdo de Paz, firmado entre el Estado colombiano, en representación del entonces presidente de Colombia, Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla de las Farc, pues fue allí donde se hizo la dejación de armas una vez firmado el documento.
Miles de historias se han conocido después de siete años de puesta la rúbrica, Basta con caminar las calles de la cabecera municipal de Mesetas, para conocer de primera mano la lucha incansable de miles de habitantes que se ganaban la vida con un oficio en pleno conflicto, y hoy aún continúan ejerciendo esa misma labor.
Mario Sotelo es nacido y criado en Mesetas, el pasado 15 de diciembre completó 20 años de estar fabricando y comercializando pizza hawaiana en el centro del municipio.
“Yo era campesino, un muchacho una vez me dijo que, si yo quería aprender a hacer pizza, a mí me parecía una vaina que no era así como para trabajar, lo veía solo como por aprender, pero se puso pesado el trabajo en el campo, entonces empecé a trabajar con la pizza”, aseguró Mario.
En el mismo punto ha logrado deleitar el paladar de miles de mesetenses con el sabor de su pizza. Todos los días, aproximadamente a las 4:00 p.m. alista su carro, toma la masa en las manos y la mete en el horno pizzero para que después de un par de minutos, salga el producto caliente para la venta.
Puedes leer:
- Trapiche en Mocoa, herramienta de superación y sostenibilidad en comunidades rurales
- De Bogotá a París: eliminar estigmas de nuestro país por medio de la moda
A pesar de que Mesetas ha sido tan afectado por el conflicto, don Mario, como le dicen muchas personas, ha sabido mantenerse en el mismo lugar de siempre, “No mire que no, nosotros hemos pasado hartas cosas duras acá, uno es uno de los que no se mete en nada, ni allá ni acá, entonces gracias a Dios, estamos aquí todavía”, concluyó don Mario.
Con una sonrisa en el rostro, asegura que a punta de pizza ha sacado adelante a siete hijos; uno de ellos todos los días le colabora en el puesto, es quien despacha, recibe el dinero y pasa las servilletas cuando el cliente las requiere.
Don Mario anhela con algún día poder agrandar su negocio; mientras tanto, día a día se levanta con la firma idea de seguir preparando un excelente producto para propios y turistas que visitan Mesetas.
