La flor de Jamaica ha sido la principal vitamina para que María Silva olvide los duros momentos de la violencia. Este producto se ha convertido en la semilla de la esperanza y paz para ella, así como para 12 mujeres más oriundas de El Carmen de Bolívar, municipio que hace parte de la subregión de los Montes de María.
La transformación de la flor de Jamaica no solo ha reactivado la economía de estas familias, sino que también se ha convertido en la ilusión para una nueva vida y deseos de construir paz en un territorio que vivió con fuerza el conflicto armado.
Los tiempos de guerra han pasado y hoy germina una flor que ha traído alegrías y deseos de seguir mostrándose por toda la región, Colombia y el mundo.
María, una mujer venezolana, pero adoptada en El Carmen de Bolívar, se considera una persona resiliente, que lidera este bonito proyecto por el amor que le tiene a una tierra que la ha acogido con cariño.
“Le aportamos a 12 familias y 96 más en la comunidad. Hoy en día el cultivo de la flor de Jamaica se ha podido comercializar a nivel nacional y es un trabajo que hacemos directamente las mujeres campesinas de los Montes de María. Somos mujeres retornantes, migrantes, campesinas que, a pesar de las difíciles situaciones que hemos vivido, hemos podido trabajar con armonía. Somos víctimas del conflicto armado y a través del trabajo comunitario hemos podido superar esos momentos duros que se vivieron”, asegura María.
Ellas crearon la Asociación de Mujeres Empresarias de la vereda Santa Rita (Asomerita) en El Carmen de Bolívar para estar organizadas y así darle vida a esas ganas de salir adelante. También, para que su productos a base de la flor de Jamaica se dieran a conocer más. Ellas le apuestan con todo a la paz y sueñan con un territorio sin violencia.
“La flor de Jamaica nos ha cambiado la vida, podemos decir que hay un antes y un después. A través de este proceso hemos podido ser resilientes, tener hermandad. Hemos podido olvidar esos escenarios de difíciles momentos que se vivieron, hoy en día podemos trabajar la tierra. Se le apuesta a la paz porque estos son escenarios de transformación, hoy en día invitamos a más mujeres porque el trabajo en equipo sí da frutos”, agrega esta mujer.
Estas mujeres no solo le apuestan a la transformación de la flor de Jamaica de donde salen productos como la mermelada, también tienen cultivos de cúrcuma, frijol y ajonjolí. Los productos a base de flor de Jamaica ya los están comercializando por las diferentes ciudades de Colombia. Tienen diferentes presentaciones en bolsas de 50 y 120 gramos.
Sin duda alguna la flor de Jamaica es el cultivo de la paz para esta mujeres campesinas y trabajadores de El Carmen de Bolívar.