Mitú busca equilibrio entre jaguares y comunidades: una ruta para la convivencia en la Amazonía
En el corazón del Vaupés, instituciones ambientales, líderes indígenas y organizaciones sociales se unieron para enfrentar un desafío urgente: el creciente conflicto entre jaguares y habitantes de la Amazonía
En el corazón del Vaupés, un encuentro clave convocado por el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi y la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y el Oriente Amazónico (CDA) abrió el camino hacia una ruta de atención técnica frente al creciente conflicto entre grandes felinos —especialmente jaguares— y comunidades humanas en Mitú.
Más de veinte representantes de organizaciones indígenas, autoridades ambientales, fuerza pública y defensores de derechos humanos se reunieron con un objetivo común: encontrar soluciones sostenibles ante una situación que cada vez preocupa más a los habitantes de la región.
Desde 2017, el aumento de ataques de felinos —particularmente a perros domésticos— ha generado preocupación en diversas comunidades indígenas y mestizas.
Hasta la fecha, el Instituto Sinchi ha documentado 63 incidentes relacionados con estos animales, además de 23 eventos de cacería en represalia. Esta práctica no solo pone en riesgo a los jaguares, sino que también evidencia tensiones ambientales y culturales.
El conflicto responde a múltiples factores: la reducción de presas naturales debido a la caza con fines comerciales, la expansión ganadera, el incremento de población canina, y una creciente presencia humana en hábitats clave. Para comprender mejor este fenómeno, el Instituto Sinchi desarrolló un riguroso trabajo de campo que incluyó entrevistas en 13 localidades, monitoreo del mercado de carne de monte, y el uso de cámaras trampa durante casi dos años.
Entre los hallazgos más relevantes, se identificó al jaguar como el felino con mayor interacción con las comunidades humanas.
Aunque el comercio de especies silvestres como la lapa, la danta y la guara ha aumentado, se observó que estos animales provienen de zonas distintas a donde se concentran los ataques, lo cual sugiere una dinámica compleja y multicausal.
Foto de: Instituto Sinchi
Durante el diálogo interinstitucional, se plantearon varias estrategias para abordar la situación:
Campañas de sensibilización sobre el valor ecológico y cultural del jaguar.
Fortalecimiento del control sobre la venta de carne de monte.
Manejo responsable de mascotas.
Creación de canales de comunicación directa para reportar incidentes.
Y la propuesta de infraestructura como albergues para perros en zonas rurales.
Las voces de líderes y habitantes locales enfatizaron la urgencia de actuar:
“No se trata solo de prohibiciones, sino de ofrecer alternativas de subsistencia”, expresó Rolfer Caicedo, líder indígena de la etnia desana.
Por su parte, representantes del Instituto Sinchi recordaron que el jaguar es una especie protegida, profundamente vinculada a los territorios amazónicos:
“El jaguar hace parte esencial del equilibrio de estos ecosistemas y de la cultura ancestral de los pueblos indígenas”.
El encuentro en Mitú representa apenas el primer paso. Lo que sigue es consolidar el trabajo conjunto entre instituciones y comunidades para asegurar la conservación de los grandes felinos, sin comprometer la seguridad y el bienestar de quienes habitan estas selvas.