La vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, intervino este martes en la sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, convocada para abordar la crisis entre Rusia y Ucrania. La funcionaria, en nombre de Colombia, rechazó nuevamente el actuar de Moscú y advirtió que el gobierno de Vladimir Putin expone al mundo a una nueva crisis migratoria.
“La acción unilateral e injustificada de Rusia produce en estos momentos un éxodo masivo que conllevará a una nueva crisis migratoria, poniendo en serio riesgo la estabilidad y la paz de Europa y del mundo”, expresó Ramírez desde Nueva York, Estados Unidos.
La vicepresidenta detalló además que entre los cientos de miles de personas que huyen de la guerra hay al menos 293 ciudadanos colombianos que han abandonado sus vidas para protegerse ante el ataque “inmisericorde” de las fuerzas rusas.
Frente a las sanciones que se proyectan para Rusia, la alta diplomática aseguró que no pueden ser “tímidas y graduales”, pues argumentó que estas ya han mostrado su fracaso en algunos países latinoamericanos e hizo un llamado urgente al desarme nuclear del Kremlin.
“Debemos considerar poner en marcha los mecanismos existentes para verificar el cumplimiento de los compromisos en materia de desarme de los Estados que poseen armas nucleares. En estos momentos, Colombia preside en Ginebra la Conferencia de Desarme, en cabeza de nuestra embajadora Alicia Arango, y este tema debe tratarse en ese foro con sentido de urgencia, dadas las recientes medidas anunciadas por Rusia”, expuso la canciller.
En el mismo sentido, Colombia aplaudió la decisión del fiscal de la Corte Penal Internacional de iniciar una investigación en relación con posibles crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o actos de genocidio que se hayan podido cometer en territorio de Ucrania, así como apoyó la iniciativa del diálogo y de la negociación como medio para resolver el conflicto al este de Europa.
“Resultaría inaceptable que, en las actuales circunstancias, con una pandemia inconclusa, el mundo deba regresar a una carrera armamentista dejando de lado la agenda de desarrollo. La Federación Rusa no pude devolver el tiempo buscando una agenda regresiva en la que grandes imperios florecían a costa de imponerse sobre los derechos de los pueblos”, puntualizó.