El archipiélago de San Andrés fue declarado en calamidad pública tras los efectos del huracán Eta en las islas, en donde 21 personas fueron evacuadas de sus viviendas a causa del fenómeno natural.
La decisión fue tomada en el marco de Consejo Departamental para Gestión del Riesgo de Desastres, luego de hacer un recorrido por las principales zonas afectadas y evaluar los daños.
De acuerdo con Alen Jay Stephens, gobernador (e), en los recorridos se han evidenciado los efectos del coletazo de Eta, que ha generado impacto en muchas viviendas, especialmente en las construcciones de madera localizadas en la vía Circunvalar.
Ante la situación, el Consejo Departamental de Riesgo, en unión con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastre, tomaron la determinación de hacer la declaratoria de calamidad pública.
“Esto va a generar un plan de acción donde el departamento tendrá que identificar recursos para utilizar de manera inmediata y atender la situación. Asimismo, la Nación también puede destinar recursos para apoyarnos y poder ayudar a estas comunidades que fueron afectadas”, aseguro Jay Stephens.
El mandatario manifestó además que una vez se establezcan los planes de acción en atención a la emergencia con las respectivas instituciones y entidades, se adelantará un consejo de gobierno, para hacer la declaratoria de Urgencia Manifiesta y así generar acciones inmediatas de atención a la comunidad.
Por Su parte, Yolanda González, directora del IDEAM, advirtió que las islas aún se encuentran en emergencia, ya que los efectos de este sistema, aun se podrían sentir durante los próximos días, ocasionando fuertes lluvias. “Las condiciones en este momento en el archipiélago, son para que se mantengan las alertas de oleaje y de vientos fuertes”, aseguró la funcionaria.
Durante los recorridos realizados por la administración departamental, se han llevado ayudas alimentarias, colchonetas, elementos de primera necesidad para la comunidad afectada. Así mismo y como prevención, se ha hecho la limpieza de todos los residuos de las calles y los canales pluviales, con la ayuda de la comunidad.
Para conocer y cuantificar el total de pérdidas ocasionadas en las islas por el fenómeno natural, el Gobierno Departamental levanta un inventario, en donde se evalúa, el estado de las viviendas, negocios y estructuras, que han sido afectados.