A través de un informe, la Fiscalía General aseguró que el disparo con el que falleció el joven Santiago Murillo, en medio de las protestas del 1 de mayo en Ibagué, provino de los policías, motivo por el que se detuvo al mayor Jorge Mario Molano.
El ente acusador cuenta con cuatro testigos en este proceso, entre ellos uno que reveló que, pese al disparo del joven, la Policía no lo auxilió como era su deber.
Según el relato, Murillo salió corriendo y de un momento a otro cayó al suelo, siendo ayudado únicamente por otros jóvenes que hacían parte de la manifestación y un motociclista.
“Mientras esto pasaba, unos muchachos les gritaban a los policías para que ayudaran al hoy fallecido, pero los policías se quedaron quietos y les decían con señas que se fueran”, se lee en el documento.
En las últimas horas un juez penal militar se declaró impedido para continuar con el proceso que avanzaba en su despacho, a la par que se espera que la Corte Constitucional decida quién tiene la competencia del proceso, si la justicia penal militar o la justicia ordinaria.