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La Corporación Cívica de Caldas se refirió a la línea 3 del cable aéreo en Manizales

El director de la Corporación Camilo Vallejo Giraldo, se defendió de algunas acusaciones y expuso sus opiniones sobre la obra.

Las palabras Cable Aéreo y TIM (Transporte Integrado de Manizales) no son desconocidas para los manizaleños.Mientras que la primera significaba el anhelo de construir un sistema de transporte acorde a la topografía quebrada de la ciudad, a doce años de su inauguración, para algunos deja más dudas que certezas.

Debido a la falta de pasajeros (máximo 7.000 al día, de los 14.000 proyectados), lo que no permiten que sea rentable, la mayoría de años ha arrojado pérdidas. Además, no tiene rutas alimentadoras a las cuatro estaciones que funcionan hoy en día, tres en Manizales y una más en Villamaría, cuya dueña es la Gobernación de Caldas.

Por otra parte, en 2010 los manizaleños recuerdan que la fallida implementación de un sistema estratégico de transporte dejó 74 capturados y varios buses vandalizados en medio de reclamos ciudadanos, ante la falta de pedagogía y dificultades técnicas del sistema que dificultó la recarga de las tarjetas. Esto, a su vez, dejó al sistema tradicional funcionando sin las ventajas logísticas que ofrecía el TIM como el uso de tarjetas para pagos, los transbordos entre rutas y el uso exclusivo de paraderos para cargue y descargue de pasajeros.

En medio de ese panorama hoy se discute en la ciudad la construcción de la tercera línea de Cable Aéreo que costaría $151.000 millones en una ruta de 2.400 metros de longitud con cuatro estaciones, que se espera movilice 1.500 pasajeros por hora y que genere 3.700 millones de pesos de caja positiva anuales.

La Corporación Cívica de Caldas ha tenido algunos reparos sobre la construcción de esta nueva línea, sin que simultáneamente se piense o se converse sobre la necesidad de un sistema integrado de transporte. Debido a esto, según su director Camilo Vallejo Giraldo, ha sido víctima de ataques a través de audios editados.

Radio Nacional de Colombia consultó a Vallejo Giraldo para hablar sobre esta polémica obra en la ciudad.

¿Cuáles son los reclamos que la Corporación Cívica de Caldas tiene sobre la tercera línea del Cable Aéreo?

La misión de la Corporación Cívica de Caldas es hacerle seguimiento a los proyectos de ciudad. En este paquete de obras que presentó la alcaldía, sobre todo para que le aprobaran créditos y vigencias futuras en el concejo de la ciudad, revisamos algunas de ellas y entre las que resalta el Cable Aéreo.

Para nosotros el tema de la línea de cable aéreo atraviesa toda la ciudad. Es un proyecto que está dentro de los planes de la misma, está en el plan de movilidad, está en el plan de desarrollo, entonces nos interesa saber cuáles son las condiciones en las que se piensa ejecutar.

Al respecto hemos tenido dos posturas que han sido compartidas incluso en el Concejo de Manizales cuando se estaban discutiendo esas vigencias futuras y ese crédito.

La primera es que necesitamos transparencia sobre los estudios y los informes técnicos de lo que se está proponiendo. Si los gobiernos pretenden gobernar con base en estudios técnicos lo mínimo que debe esperar es que la ciudadanía demande conocerlos y, pues, hay que entregarlos.

Reconocemos que en los últimos días la Alcaldía hizo un gran esfuerzo publicando los estudios de las distintas obras, entre ellos los del Cable Aéreo. Sin embargo, vemos un estudio que se hizo de manera independiente a los estudios del Sistema Integrado de Transporte, que es todo el esquema de movilidad que incluye los buses, los cables aéreos, las bicicletas, que Manizales necesita, sobre todo para que las personas puedan, con una sola tarifa, montarse en los distintos medios, pagando una sola vez para llegar a su destino.

Desde hace mucho tiempo Manizales necesita un Sistema Integrado de Transporte. Sin embargo, en un primer intento en 2011 nos fue muy mal con su implementación, a pesar de eso hemos exigido que ese sistema integrado se converse y avancemos en él. Y en ese contexto nos encontramos una línea de Cable Aéreo diseñada de una manera que no “habla” con ese sistema integrado.

Hay un estudio sobre el Cable Aéreo que se contrató en 2018 con ayuda de Findeter y los resultados no han sido socializados, no se conocen. Entendemos que los estudios necesitan ser validados, pero necesitamos al menos tener conversaciones mínimas sobre movilidad porque Manizales ya sabe lo que pasa cuando se hace un cable aéreo sin sistema integrado de transporte.

¿Qué es lo que sucede con las líneas uno y dos?, que hoy en día están quebradas y es que cuando se implementaron, que también se dijo que tenían cierre financiero, que también había plata para hacerlas, súper buenas las proyecciones que había, etc., sucedió que las empresas de buses tienen gran capacidad para modificar sus rutas - y por capacidad me refiero a que tienen relaciones políticas, capacidad de presión, usan los favores electorales para hacerse con nuevas rutas y modificar las que tienen - y con eso y sus rutas a Villamaría, empezaron a sustraer la demanda de pasajero del Cable Aéreo existente.

Esto es lo que creemos, que es lo que podría pasar con esta línea tres si no resolvemos lo que pasa con el Sistema Integrado de Transporte. Y ese estudio es el que no conocemos, al menos no tenemos toda la información. Es un estudio muy grande que va en diferentes fases, pero que necesitamos conocer justamente las fases, que nos permitan saber cuáles van a ser los límites que se les van a poner a esas empresas de transporte para que esa línea tres tenga los resultados financieros que se proyectan.

¿Por qué levantó polémica lo que usted dijo y lo acusaron de estar defendiendo a Socobuses, si lo que hace es una crítica a la manera en que las empresas de transporte público de la ciudad, entre ellas Socobuses, no han querido vincularse con un Sistema Integrado de Transporte?

Lo primero es que el Sistema Integrado de Transporte es buenísimo para hacer política. Los candidatos se llenan la boca hablando del asunto y cuando llegan a gobernar se dan cuenta de que es un tema absolutamente costoso en términos sociales y términos políticos porque implica muchas negociaciones, entre ellas, con las empresas de transporte con las que sabemos, como pasa en cualquier ciudad, que no es fácil de negociar, y los políticos no están dispuestos a sacrificar su capital político en eso.

Aquí en Manizales esto tiene una particularidad. Primero, hubo un mensaje del gobierno local, para nosotros muy nocivo, que fue hacer creer que quienes tenemos críticas con estos proyectos somos enemigos del desarrollo y amigos de los enemigos del alcalde.

Y segundo, que queriendo o sin querer, se terminó generando un conflicto: se presentó como si el Sistema Integrado de Transporte y el Cable Aéreo fueran enemigos. En esta apuesta de hacer el Cable Aéreo sin conversar el Sistema Integrado de Transporte, quienes pedimos hablar sobre el asunto quedamos como enemigos. Y es algo muy grave porque es un Sistema Integrado lo que permitiría proteger al Cable Aéreo y vincularlo al resto de la movilidad de la ciudad. Es decir, son temas complementarios y articulados. En la forma como se presentó a la ciudad se hizo creer que eran cosas opuestas.

Cada uno de los que pedimos hablar sobre el sistema integrado de transporte salimos señalados. Se dijo que quienes se oponían a la tercera línea del Cable Aéreo eran las empresas de transporte y que por lo tanto quienes pedíamos el Sistema Integrado de Transporte amenazábamos al Cable Aéreo y buscábamos beneficiar a las empresas de transporte. Así terminaron generando una falacia muy curiosa y fue hacer creer que quienes queremos hablar del Sistema Integrado de Transporte somos los defensores de las empresas de buses cuando son estas las que no han querido participar de la conversación alrededor de ese sistema integrado.

Quienes no han querido hablar del Sistema Integrado de Transporte público son los gobiernos y las empresas de transporte. Y lo que hemos dicho es que la ciudadanía no puede pagar el costo social de privarse de estos sistemas por querer poner el tema sobre la mesa.

¿La recomendación de la Corporación Cívica de Caldas sobre el proyecto del Cable Aéreo es entonces que se presenten los estudios integralmente y que se analicen los dos proyectos, tanto el cable como el SIT de manera conjunta?

Esto apenas empieza. El gobierno local quiso hacer creer que esta discusión terminaba con la aprobación del Concejo y eso está totalmente alejado de la realidad. Esto tiene un proceso de preparación, de las contrataciones, de las licitaciones y de las puestas en funcionamiento.

Y entonces hay una oportunidad en la que vamos a seguir insistiendo con la administración local y es que necesitamos conversaciones mínimas sobre el Sistema Integrado de Transporte al menos en lo que tiene que ver con la integración de esa línea nueva.

Hemos insistido en preguntar cuáles son las garantías que vamos a tener los ciudadanos de que este alcalde o los próximos no van a empezar a ofrecer rutas y a modificar rutas en esa zona de la ciudad, para terminar quitándole los pasajeros a esa línea tres que es lo que ha pasado con las líneas uno y dos.

Seguiremos pidiendo que se hable sobre el Sistema Integrado de Transporte aunque esa conversación no sea fácil. Muy posiblemente los estudios del Sistema Integrado de Transporte salgan con unos desfases financieros importantes porque estos no dan cierres financieros y porque no van a dar ganancia para las ciudades. Y eso ha implicado, en el mundo entero, que de los recursos municipales salgan las inversiones para cubrir esos vacíos en nombre de un servicio público que la gente necesita.

Creo que el miedo que tiene el gobierno es que esos malos estudios del Sistema Integrado de Transporte terminen por enterrarlo, y yo creo que, en lugar de atacar a la sociedad civil, deberían buscar aliados, que somos los que el día de mañana le vamos a ayudar a proteger el Sistema Integrado de Transporte ante los intereses que sí querrán verlo enterrado.

He visto en el resto de ciudades una situación que no debe ser ajena a las empresas de transporte en Manizales, y es que cada vez se oponen menos a estos proyectos porque se están dando cuenta de que el Gobierno Nacional da ciertos beneficios. Recordemos que los buses cada vez pierden más pasajeros como consecuencia de la compra de motos y también por el desplazamiento de la movilidad hacia otro tipos de sistemas de transporte. Ellos también están preocupados. Entonces hay que negociar con las empresas de transporte y mostrarles que el Sistema Integrado no es ese fantasma, ese infierno que ellos creen y que han vendido que es para la ciudad, sino que para ellos también puede haber ganancia.

Esa es la hoja de ruta. Allá tenemos que llevar al gobierno y seguramente en ese momento, cuando se den las cosas y a pesar de los ataques que hemos recibido como sociedad civil, estaremos allí para ayudar a proteger el Sistema Integrado de Transporte y así cuidar esta línea nueva de cable y por qué no recuperar la primera y la segunda que tan mal administradas están.

Si este sistema no es rentable, ¿cómo se explica que lo sigan impulsando?

Esa es la proporción normal de las cosas. Eso es lo que han aprendido las ciudades de Colombia, incluso del mundo, donde ya sabemos que con el sistema de transporte no hay negocio para las ciudades. Los gobiernos no hacen sistemas de movilidad para ganar dinero, lo hacen para prestar un servicio y en esa medida no se requieren márgenes de ganancia y, cuando dan pérdidas, los municipios, desde su propio presupuesto, cubren esos huecos de la ausencia de cierre financiero y continúan prestando el servicio.

Este es un costo que vale la pena implementar para las ciudades. Primero, porque se presta un mejor servicio de transporte, porque es un transporte limpio, sostenible, donde fomentamos el transporte público y no el vehículo particular, y segundo, porque las ciudades ven que es a través de esa inversión que se da el desarrollo sostenible.

Esa es la pregunta que no les gusta responder a los gobernantes porque sienten que se verán muy comprometidos electoralmente. Y por eso hemos tenido gobiernos tras gobiernos que aplazan la discusión del Sistema Integrado de Transporte, hacen cables que con el paso del tiempo pierden la sostenibilidad financiera con la que se promovieron, porque se cambian las condiciones sobre la marcha, sobre todo por la capacidad de presión que tienen las empresas de transporte y que mencionaba antes.

¿Lo que usted señala entonces es que este es un sistema necesario pero ineficiente financieramente, del que quieren convencer a los manizaleños que es rentable para hacerlo?

Creo que eso tiene que ver con un trauma que tiene la ciudad debido al primer intento de implementación del TIM. Entonces ningún gobernante se le quiere medir a tener que volver a vivir eso. Todos sienten que van a volver a vivir esa situación, entonces mejor lo evitan. Y año tras año terminamos en que la ciudad tiene cada vez más motos, una tarifa de transporte público cada vez más cara porque es la única forma de hacerlo sostenible y una movilidad cada vez peor.

Esto es una tensión entre el capital electoral y político de los gobernantes y la sostenibilidad del transporte en Manizales.

Pasando a otro tema, a raíz de todo esto a usted se le ha acusado de que Socobuses le indica cómo actuar, ¿cuál es la relación que tiene usted con Socobuses?

Esa acusación, que es un refrito, es la salida más fácil que han tenido todos los alcaldes y gobernadores de la región, de todos los colores, de todos los partidos, para no responder la pregunta de fondo que les estamos haciendo: intentan descalificarnos. Creen que esas acusaciones hacen mella, y sí, hacen mella; si esto le pasa a la Corporación Cívica de Caldas, imagínense a los otros líderes sociales que están haciendo también reclamos, cómo les debe ir con ese tipo de estigmatizaciones y deslegitimaciones.

Siempre que hablamos de estos temas se hace una deslegitimación a partir de uno de los donantes de la Corporación Cívica de Caldas. Lo bueno de esta entidad es que tenemos tantos donantes que no importa el tema del que hablemos siempre nos dirán que es que tenemos un donante con intereses en el asunto. Tenemos donantes que tienen que ver con diferentes sectores económicos, con diferentes sectores académicos y sociales, entonces siempre van a tener el argumento.

Socobuses no es donante de la Corporación Cívica de Caldas, ni nunca lo ha sido. Quien es donante de la Corporación es la presidenta de la junta de Socobuses que dona como persona natural, entre otras 50 personas naturales que nos dan plata y no da ni más ni menos, sino lo mismo que dan todos.

La Corporación Cívica ha aprendido con el paso del tiempo, y justamente para responder a este tipo de ataques, la importancia de tener políticas de gobierno corporativo que son ejemplares para este tipo de organizaciones, para que esas personas con intereses directos en temas públicos, o personas con intereses partidistas o políticos, no puedan pertenecer ni al equipo ejecutivo de la organización, ni a la junta directiva, para que esos órganos de decisión no se vean mediados por los intereses privados de nuestros donantes. Así garantizamos que ellos tengan derecho a apoyar las causas ciudadanas que les parezcan, como la Corporación Cívica de Caldas, y nosotros nos reservamos el derecho de contar con donantes que garanticen nuestra capacidad financiera y nuestra capacidad para tener discusiones como las que estamos teniendo.

Han pasado dos días desde que comenzó esta discusión que empezó con una entrevista en La W, lo que le ha dado a la Corporación Cívica de Caldas un lugar muy visible en la discusión pública, ¿cómo analiza usted lo que ha pasado?

Pensando en estos dos días sobre esta discusión que se dio alrededor de Socobuses creo que los seguidores del alcalde, que tienen como estrategia la difamación; una estrategia en la que participan funcionarios públicos y contratistas, es decir, a nosotros nos llegan los pantallazos de WhatsApp de los funcionarios públicos que comparten eso… es decir, esto no es solo seguidores o de bodegas, sino que hay funcionarios públicos compartiendo información malintencionada, quizá lo que no deberían olvidar es que hacen parte de un gobierno de alguien que fue candidato y concejal, que se creció gracias a este tipo de ataques. Lo que implica que esta ciudad no es tan inmadura políticamente como ellos creen. Deberían considerar que ellos están gozando de un gobierno que llegó allá gracias a este tipo de ataques.

Lo que termina pasando con la sociedad civil, sobre todo cuando tiene 39 años de existencia, como la Corporación Cívica de Caldas, donde han pasado muchos directores, donde hay muchos donantes de muchos sectores representados, es que salimos fortalecidos. Le puedo decir que en este momento en mi cuenta de Twitter tengo 100 seguidores más que hace dos días; la Corporación tiene 30 seguidores más y cuatro donantes adicionales en dos días.

Creen que ganan electoralmente cuando nosotros no competimos por votos. La Corporación Cívica de Caldas va a mantenerse en el tiempo. Camilo Vallejo se irá y llegará otro gerente y a todos los gobernantes les tocará seguir conviviendo con nosotros para lo bueno, y para lo malo, aparecerá con sus críticas.

Este tipo de ataques en un entorno que no es tan inmaduro políticamente como ellos creen, a lo mejor termina beneficiando algunas causas. A mí me preocupan, insisto, aquellos líderes sociales y organizaciones que sufren este tipo de ataques y que no tienen la institucionalidad como la tenemos nosotros en la Corporación para poderse defender.

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