Entre los meses de junio, julio, agosto y parte de septiembre, Tumaco, Nariño, recibe a sus más grandes visitantes, gigantes mamíferos que viajan cerca de 8 mil kilómetros, para estar en las aguas cálidas del pacifico nariñense.
Las ballenas yubartas o jorobadas, como se las conoce comúnmente, es una especie que vive en las frías aguas del océano antártico en el polo Sur, y que comienzan un viaje año tras año en los meses de junio a septiembre cuando da inicio el invierno austral.
“Ellas llegan a estas aguas más cálidas en nuestro territorio, y es aquí, en estas aguas, en las que darán a luz a sus crías para luego emprender su viaje de retorno”, expresó Cristian Bermúdez, biólogo de la Dirección General Marítima - Dimar.
Para disfrutar desde este tour, hay que llegar al muelle Residencia, ubicado en el sur del municipio de Tumaco, desde allí son aproximadamente 25 minutos en lancha hasta la isla de Bocagrande, recorrido que, según Miguel Ángel Martínez, operador turístico de la zona, es uno de los más bonitos de la zona, dado que “se recorre parte del manglar, conociendo la biodiversidad de los esteros que tiene esta parte de la selva del Pacífico nariñense”´.
Ya en la isla de Bocagrande, se hace un trasbordo hacia una lancha más amplia, donde los turistas se colocan sus objetos de seguridad para adentrarse en el océano ante la esperada visita de estos enormes mamíferos acuáticos.
“De 10 turistas que llegan por estas fechas, unos siete preguntan mucho y vienen motivados a ver las ballenas con sus familias, sobre todo los niños son los que más alegría muestran para ir a verlas, además que esta es una de las épocas del año en la que mejor nos va económicamente a muchos de nosotros”, dijo Freddy Cortés, uno de los lancheros que realizan estos tours.
Como lo expresa Mónica Gutiérrez, turista oriunda de Boyacá, “el espectáculo es sin igual, mirar los ballenatos, las ballenas inmensas, es una fortuna poder estar ahí, el permanecer en el mar durante tres horas para verlas así sea un pequeño momento no se compara con la sensación de tener a esos animales tan grandes a poca distancia, es algo que no se puede explicar y que por supuesto, todos tienen que vivir”.
Además del avistamiento de ballenas, la isla de Bocagrande ofrece una gran biodiversidad, hotelería rústica, pero que a la vez es acogedora, propia para descansar, desconectarse del mundo y recargar energías, esta es la isla que fue la inspiración para Faustino Arias en la famosa canción Noches de Bocagrande, interpretada por el Trío Martino.