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¿Qué es un banco de alimentos y cómo contribuye a reducir la pérdida y el desperdicio?

Estas organizaciones tienen un rol protagónico frente a esta problemática global ayudando a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de la población.
Banco de alimentos: qué es, función y desperdicio de alimentos
Fotos: Banco de Alimentos de Cali
Yaneth Jimenez Mayorga

De acuerdo con el informe de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), sobre el estado mundial de la agricultura y la alimentación (2019), alrededor del 14 % de la producción alimentaria mundial se pierde después de recolectarse y antes de llegar a las tiendas, mientras que el informe sobre el Índice de desperdicio de alimentos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que el 17 % de los alimentos acaba siendo desperdiciado en la venta al por menor y por los consumidores, especialmente en los hogares. 

La pérdida y el desperdicio de alimentos representan entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático. Aunado a ello, según estimaciones de la FAO, los alimentos que se pierden y desperdician podrían alimentar cada año a 1.260 millones de personas que padecen hambre. 

Fenómenos que representan un llamado urgente a cambiar los modelos de producción y consumo y acelerar acciones en torno a la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos de forma tal que se haga más eficiente el uso de los recursos naturales, se disminuya su repercusión en el planeta y garantice la seguridad alimentaria y la nutrición.

En ese camino, los Bancos de Alimentos juegan un papel fundamental. Pero, ¿qué son y cómo funcionan?

Los bancos de alimentos son organizaciones sin ánimo de lucro que se encargan de recuperar los excedentes de alimentos que se producen por parte del sector agropecuario, industrial, comercial, hotelero, restaurantes, y personas naturales para repartirlos entre las personas que más lo necesitan, evitando el desperdicio y velando porque los productos puedan usarse y consumirse sin riesgo.

Basados en el voluntariado, los bancos de alimentos no entregan la comida directamente a las personas necesitadas, sino a través de instituciones de ayuda social que se encargan de suplir las necesidades de las poblaciones en condición de vulnerabilidad.

Funcionan como una empresa, y cuentan con áreas como aprovisionamiento, transporte, almacenaje, distribución, contabilidad, comunicación y gerencia. Algunos de sus requerimientos como el transporte son prestados por externos, muchos de ellos, de forma gratuita.


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Sus ingresos provienen de las donaciones en forma de servicios, infraestructura y dinero para cubrir los gastos de operación y las necesidades de inversión proyectadas) y no tienen permitido la venta de productos o servicios. 

En el país, de acuerdo con Ábaco, la red de bancos de alimentos de Colombia funciona 24 de estas organizaciones en ciudades como: Bogotá, Cali, Barranquilla, Buenaventura, Cartago, Manizales, Montería, Pasto, Villavicencio, San Andrés, Ibagué, Armenia, Bucaramanga, entre otras.
 
“Al banco de alimentos se pueden vincular almacenes, empresas privadas y públicas, benefactores o personas naturales aportando productos de diferentes categorías como fruver, lácteos, cárnicos, proteínas, etc. Nosotros servimos de puente entre esos aportantes y las personas que más necesitan. El objetivo es lograr mitigar el hambre”, comenta Nilson Rengifo Lazo, jefe de logística y sistemas integrados de gestión del Banco de alimentos Cali

Estrategias

Banco de alimentos: qué es, función y desperdicio de alimentos

Los bancos de alimentos desarrollan diversidad de acciones e iniciativas para el logro de su misión y objetivos. 

El Banco de Alimentos de Bogotá realiza la recuperación de alimentos a través de un centro de acopio en Corabastos, donde diariamente un grupo de colaboradores recorre los más 6.300 locales, con el fin de salvar los alimentos que por diferentes razones no logran ser comercializados, pero que aún son aptos para el consumo humano”, indican en su portal web. 

Con el Programa de Recuperación de Excedentes Agrícolas (PREA) buscan familias agricultoras solidarias de los municipios aledaños a Bogotá “que donen los alimentos con el fin de recuperar las frutas, verduras y hortalizas que no tienen lugar en el mercado, pero que pueden encontrar sitio en las mesas de las familias más necesitadas”, señalan.


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Así mismo, alianzas con empresas productoras de alimentos y artículos de aseo, útiles escolares, ropa, muebles y electrodomésticos que a través de sus programas de responsabilidad social corporativa donen los productos que no se venden y que todavía son aptos para el consumo humano. Así mismo, programas de educación y concientización: mediante charlas y capacitaciones a las organizaciones sociales aliadas se sensibiliza a la comunidad sobre la importancia de reducir la pérdida de alimentos. 

El Banco de Alimentos de Cali, por su parte, realiza la Ruta REAGRO que recorre semanalmente las fincas productoras en el Norte del Valle con el fin de recoger las frutas, verduras, hortalizas y legumbres que son donadas por los campesinos productores y las empresas distribuidoras.  

“Actualmente contamos con una flota de 11 vehículos con diferentes capacidades que nos facilita ir punto a puntos para recoger, hacer una preselección uno a uno de los alimentos que luego serán llevados a nuestro centro de acopio donde se vuelven a limpiar, organizar y almacenar que se llevan al banco de alimentos para ser tratados organizados y dispuestos con todas las variables de calidad”, explica Rengifo. 

A través del Programa O (Cero) excedentes, y con el apoyo de sus aliados, recoge los productos no comercializables aptos para el consumo humano. “Promovemos la reducción de la pérdida y desperdicio de alimentos a través de la recuperación de productos del agro que, por razones de precio, forma, tamaño, y calidad, han perdido su valor comercial o que ya no serán tenidos en cuenta para su comercialización debido a su alto estado de madurez”, resaltan. 

De igual forma, la organización lleva a cabo campañas de educación y sensibilización en colegios, universidades y empresas sobre la importancia de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. 

En CAVASA, la Central de Abastecimientos del Valle del Cauca entrega permanentemente información sobre esta problemática. 


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Dar para ganar 

Banco de alimentos: qué es, función y desperdicio de alimentos

Las organizaciones, empresas y personas naturales interesadas en donar alimentos deben tener en cuenta cuáles son los alimentos que se pueden o no donar: El banco de alimentos de Bogotá recomienda entre los que sí: vegetales frescos y bajos en sodio, frutas frescas sin azúcares añadidos, arroz y pastas integrales, aceite de oliva, avena y cereales con poca azúcar y legumbres, y los que es mejor evitar: comidas preparadas no envasadas, quesos frescos no pasteurizados, galletas y dulces en general, y azúcar. 

“La mejor forma de donar es llevar a cabo un proceso que consiste básicamente en identificar la cantidad y el tipo de alimento que quiere donar, asegurarse de que esos alimentos están seguros y bien almacenados, comunicarse con el Banco de Alimentos o con la organización a la que desea donar, para saber de primera mano, qué alimentos son aceptables y en qué condiciones deberían estar los mismos; empacar y mantener los alimentos en temperaturas apropiadas y definir la forma de transporte en que los alimentos que serán donados con seguridad”, explican en su web. 

Vale la pena resaltar que, desde enero a septiembre de 2023, el Banco de Alimentos de Cali ha recolectado un promedio de 3.539. 214 kilos de alimentos, teniendo actualmente un 96% de aprovechamiento y rescate de alimentos. Mensualmente, se recuperan alrededor de 16 toneladas de frutas y verduras que distribuimos a nuestras organizaciones sociales beneficiarias para mejorar la nutrición de la población vulnerable que éstas atienden”, afirma Rengifo.    

Adicional a los múltiples beneficios ambientales. logísticos y sociales, los donantes obtienen un descuento tributario del 25% a la renta líquida, y los alimentos donados se encuentran exentos del IVA. Gracias a la gestión de los bancos de alimentos, las empresas y organizaciones logran, así mismo, tener un mejor control de inventarios y optimización del uso de locales y bodegas, al tiempo que disminuyen los riesgos asociados al manejo de productos averiados, vencidos y/o imperfectos. 

El reto es de gran envergadura, y lograr la meta establecida en el Objetivo 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir a 2030 a la mitad el desperdicio de alimentos requiere el compromiso de todos en tratar de hacer más eficiente el uso de los recursos naturales, disminuyendo su repercusión en el planeta y garantizando la seguridad alimentaria y la nutrición, más teniendo en cuenta que en Colombia el 30% de la población vive en inseguridad alimentaria, es decir 15,5 millones de personas no cuentan con alimentos nutritivos y saludables en sus mesas.

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