Por: María Camila Sánchez
El confinamiento, las múltiples tareas en casa, los hijos, el trabajo, y las situaciones que se presentan por la convivencia, no solamente lo afectan a usted, a sus padres, a sus hijos o cercanos, también sus animales de compañía están teniendo un fuerte impacto al ver que sus rutinas cambiaron.
El estrés de sus propietarios y el confinamiento propiamente dicho han sido los dos principales factores de consideración para que en muchos animales de compañía se haya evidenciado una sintomatología particular. Así lo aseguró Javier Nossa, médico veterinario especialista en comportamiento de animales de compañía y terapia familiar en Contacto Directo, al explicar que “los perros se están viendo más afectados, pero el grado de impacto dependerá de las familias que los rodean”.
En su mayoría, los canes que se han visto más impactados por el confinamiento son aquellos a los que sus rutinas les cambiaron y pasaron de tener una vida solitaria o en compañía de un paseador, a convivir permanentemente en un espacio reducido con varias personas.
“En los lugares pequeños en donde hay varias personas, incluyendo niños, veremos perros más afectados en su comportamiento porque la mayoría de las personas no tenían tiempo de compartir con ellos por sus diferentes oficios y delegaban a paseadores o guardería. Ahora en casa, el movimiento de las personas y el estrés emocional por el que estamos pasando, los afecta directamente”, indicó.
Su estrés afecta a su animal de compañía
Aunque no lo crea, la carga emocional que puede experimentar por estos días afectará también a su mascota, porque ellos se convierten en miembros de nuestros núcleos familiares y perciben de gran manera los cambios en los estados de ánimo.
En la cotidianidad y antes del confinamiento, era poco usual compartir más de determinado tiempo con los familiares y mucho más con los perros o gatos que nos acompañan, por lo que el cambio de rutinas genera un grado de estrés puntual que no es exclusivo de los humanos.
“Nos ponemos un poco más irascibles y poco tolerantes, no solo con los miembros de nuestra familia que demandan más atención, sino también con nuestros perros. No podemos empezar a echarle la culpa al perro de todo, porque en oportunidades focalizamos toda nuestra atención en ellos y descargamos todo el nivel de estrés hacia ese animal, lo que podría generarnos cambios en nuestras conductas y las formas en las que nos comunicamos con ellos”, advirtió.
Los signos de alarma
No todos los perros se comportan de igual manera y según su raza, edad y tiempo que lleven con sus amos necesitarán de cuidados diferentes. Nossa explicó que en el caso de un cachorro, este necesitará una atención mayor por la cantidad de energía que tienen; mientras que un perro de dos o tres años, que tenga un periodo prolongado de tiempo con sus actuales dueños, se tranquilizará de forma más sencilla, siempre y cuando esté acompañado.
Con los perros mayores hay que tener otro tipo de cuidados, un poco más enfocados en su salud física. Todo lo anterior dependerá de las rutinas que ya se hayan implementado.
Pese a las diferencias de comportamiento, hay signos de alerta que todo propietario debe conocer para identificar si su perro está estresado:
- Presentan vocalización excesiva: “Como si estuvieran estornudando de forma continua”
- Se lamen constantemente: “Se lamen las patas, las muerden, e incluso intentan mutilarse”
- Comportamientos agresivos: “Esto se deberá a que si el perro no está acostumbrado a la compañía constante, la convivencia, el encierro y la falta de comunicación con otros perros, puede generar algunos comportamientos agresivos”.
Algunos signos de que pueden advertir un comportamiento agresivo son:
- Dejar de comer.
- Aislarse.
- Ladrar más de lo que debe.
- Lastimar sus dientes,
"Si vemos que el animal se está aislando o comportándose de una forma diferente hay que prestar atención porque pueden ser agresivos, especialmente con los niños. Los perros no están acostumbrados a permanecer tanto tiempo con ellos y si a eso se le suma el estrés de sus dueños, pueden tener conductas diferentes”, indicó.
El médico veterinario insistió en que todos estos síntomas deben encender las alertas en casa, por lo que recomienda generar espacios en los que todos los miembros de la familia interactúen con ellos, y especialmente los niños.
Cuide que su animal no sufra al culminar el confinamiento
Aunque no sepamos con exactitud cuándo termine el confinamiento hay que prepararnos para cuando esta llegue a su fin, puesto que en estas condiciones se generan vínculos y lazos de compañía permanente que una vez se rompan y se reanuden las jornadas laborales y las largas horas de soledad en casa, para los animales de compañía esto podría generar fuertes impactos emocionales y psicológicos.
“Dentro del tiempo que compartamos con ellos ahora hay que crear momentos de soledad, según lo permitan los espacios en casa, o que por lo menos los niveles de atención no sean permanentes porque cuando llegue el cambio y nos adecuemos a la vida cotidiana, los que más sufrirán serán los animales que han recibido permanentemente atención de sus dueños", expuso Nossa.
De no cuidar a los animales de compañía desde ahora, estos podrán sentir angustia como resultado del ‘hiperapego’, creado por la compañía permanente de los últimos meses. Esto se podrá manifestar en un ladrido permanente, problemas con otros perros, entre otros comportamientos. Además, el sufrimiento no será solo del can, también podrá sentirlo el amo al haber dejado solo al animal.
"En la medida en que las familias puedan, los perros y gatos deben tener tiempos de descanso, así como nosotros tenemos un tiempo para el trabajo o el estudio”, sugirió.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que los perros también han tenido restringida la socialización con otros perros durante la cuarentena, por lo que es importante que progresivamente se generen acercamientos con perros externos para evitar comportamientos indeseados.
Estas conductas variarán según la edad del perro, por ende, si se trata de un cachorro, Nossa recomienda tener en cuenta que durante el encierro se habrán perdido de un periodo importante de su formación para que en sus cabezas entiendan que son perros y no humanos, por lo que habrá que generar acercamientos paulatinos y responsables.
“En la medida en la que puedan, inicien con el relacionamiento de los perros siendo muy responsable con su salud y la de ellos. A distancia ellos podrán tener un contacto visual o de olfato para que pierdan el miedo a relacionarse con el entorno. De otra manera, ese entorno podrá parecerles muy agresivo”, indicó el especialista, al advertir que ya que se perderán de experiencias sensoriales como caminar por el pasto o escuchar el ruido de los carros en la calle, es recomendable poner sonidos en casa relacionados con el mundo exterior para que se vayan adaptando.
Para animales que llevan con sus amos más de dos años y son un poco más adultos, Nossa recomienda ejercicios que cansen no solamente su cuerpo, sino también su mente, lo cual será una buena alternativa para que eliminen energía y estrés.
"Hay que intensificar el trabajo en casa de tal manera que, a pesar de tener espacios reducidos, podamos tener actividades. Debemos empezar a enseñarle comandos de adiestramiento y cansarle su cerebro, no solo su parte física. Si trabajamos su cerebro, los perros liberarán mayor estrés a través del trabajo y saldrán de mejor manera a enfrentar al mundo".
¿Debo adoptar ahora un animal de compañía?
Nossa no recomienda adoptar un perro o un gato durante esta temporada de emergencia, ya que en su mayoría las personas están en un tiempo de inestabilidad emocional. No obstante, se podría dar el paso de una adopción si la decisión ha sido contemplada con anticipación y aprobada por el grupo familiar.
"Estamos en un tiempo de inestabilidad emocional y hay que evaluar si realmente estamos en tiempos para adoptar. Esto se debe hablar con todo el núcleo familiar. Hay que hacer un estudio del espacio que tenemos, la posibilidad de tiempo y recursos para recibir a un animal", señaló.
Adoptar responsablemente requiere del análisis de varios factores que sobrepasan las posibilidades financieras. Un asunto trascendental para la adopción de animales de compañía es conocer qué tipo de raza, edad, tamaño y características son más convenientes para su estilo de vida y disposición de tiempo.
"Tenemos que evaluar con profesionales qué tipo de animal y raza se adapta a nuestra forma de vida y de familia. Esta es la mejor forma para evitar abandonos”, comenta el veterinario.
En conclusión
"En la medida en la que puedan dedíquenle a sus animales de compañía tiempos de calidad. Saquen 15 o 20 minutos para compartir directamente con ellos, tengan cuidado su salud física (no hay que sobrealimentarlos). Hay que enseñarles a relacionarse con juguetes y compartir con otras personas", son las recomendaciones de Nossa enfocadas en que estos animales de compañía estén lo más estable física y psicológicamente, una vez termine el confinamiento.