Mujeres Hiladoras de Vida, es una fundación indígena que busca defender los derechos de las mujeres y fortalecer su conocimiento empírico para garantizar la protección y conservación de los bosques y la naturaleza del territorio indígena en el municipio de Villagarzón, Putumayo.
Waldina Muñoz, hace parte del resguardo Piedra Sagrada, de los Pastos y es la representante de la fundación. “Nosotros somos guardianas de bosque desde el seno de nuestra madre, desde ahí nosotros aprendimos los derechos de nuestra madre naturaleza y fortalecemos el conocimiento a nuestros guaguas (hijos) frente a la necesidad proteger y cuidar a nuestra pacha mama (tierra)", dice.
Los incendios forestales
En los primeros meses de 2024 varias regiones del país y del mundo han registrado incendios forestales con pérdidas incalculables, pero sobre todo con consecuencias nefastas para la humanidad.
“Para nosotros es muy lamentable el daño que se está generando con nuestra madre tierra, ella es nuestra abuelita dadora de vida, nosotros nacimos de ella y nuestro vinculo es sagrado. La humanidad está sufriendo este impacto de los incendios forestales, debido a que nos falta conciencia. Las personas, entidades y empresas, solo miran el interés y el lucro económico”, menciona la líder indígena.
S.O.S.
Según los pueblos indígenas, ellos tienen una visión clara de lo que representa para ellos la Pacha Mama, (madre tierra) y les duele lo que está pasando en el planeta.
“Nosotros como mujeres guardianas de bosque, hacemos un llamado a nivel nacional e internacional, un S.O.S a las diferentes entidades, a las ONG. Queremos que se implemente una educación ambiental en las escuelas y colegios, para formar nuevas personas responsables con la naturaleza. Además, que se adelanten campañas con las empresas de turismo. Hay personas que van a los ríos de paseo con la familia, prenden candela y lo dejan prendido, poniendo en riesgo todo el entorno natural", agrega Waldina.
En los territorios indígenas, no hay incendios
Los taitas y las sabedoras, líderes espirituales de los pueblos indígenas, realizan ceremonias de armonización del agua y la naturaleza en general, en ellas participan todos los miembros del pueblo. Sin embargo, les preocupa como fuera de sus territorios, el resto de la humanidad destruye todo a su paso en el mal llamado desarrollo social, sin medir las consecuencias de su accionar, lo que para los indígenas es un acto de muerte.
“Si no tomamos conciencia de nuestros actos contra el medio ambiente, difícilmente vamos a poder controlar más adelante ese impacto que se está generando a nivel nacional con los incendios forestales. Nosotras como mujeres hiladoras de vida, de los tres pueblos Pastos, Embera y Yanacona, les hacemos un llamado de manera inmediata, a la toma de conciencia para que se evite prender fuego. Por el contrario siembre un árbol, evitemos talar a la orilla de los ríos, para garantizar la protección de nuestra madre tierra y del agua que es vida”, argumenta Muñoz.
El trabajo de las mujeres hiladoras de vida por la conservación de la naturaleza, logró el reconocimiento del Fondo Noruego para la Paz, que unió a las mujeres de los tres pueblos Pastos, Embera y Yanacona, para capacitarles como guardianas de bosque durante un año de teoría. De esta manera, se ha fortalecido el cuidado del bosque y el dialogo entre las mujeres de los tres pueblos indígenas, ubicados en el pie de monte amazónico, en el municipio de Villagarzón, en Putumayo.
Este territorio cuenta con una riqueza biológica incalculables que incluye fauna, flora y varias fuentes hídricas, de las pocas que hay en el Putumayo, libres de contaminación por crudo.