Energía sostenible: ¿Cuál el papel del gas natural que plantea el Gobierno?
En un contexto global de búsqueda de soluciones para equilibrar la demanda creciente de energía y la reducción de emisiones, el gas natural se erige como elemento fundamental en la transición hacia una matriz energética más sostenible.
Según El Instituto de Energía, Revisión Estadística de la Energía Mundial 2023, la generación de energía en Colombia aumentó un 4% en 2022, reflejando la tendencia global donde el gas natural, representando el 23% de la generación, experimentó un incremento del 2%. En Colombia, el gas natural se destacó como la segunda fuente de generación eléctrica, contribuyendo con el 11% en los últimos dos años.
En Colombia, líderes en producción son los departamentos de Casanare con un 55%, Córdoba con un 16%, y La Guajira con un 11%, representando la producción promedio de 1.050 GBTUD en los últimos tres años, según Naturgas a septiembre de 2023.
Desde el ámbito internacional, el Parlamento Europeo reconoció la importancia del gas natural al incluirlo en la taxonomía verde en 2022, ampliando su respaldo económico con entidades financieras y generando confianza para inversionistas.
Según Tisha Schuller, CEO de Adamantine Energy, “si un país tiene un suministro local de gas natural, ese es el mejor compromiso”.
La infraestructura colombiana cuenta con más de 7.750 Km de gasoductos y ha fortalecido su red con la terminal de regasificación de gas natural licuado en Cartagena, respaldando plantas térmicas y generando ahorros de más de 2.000 millones de dólares y reduciendo más de 2 millones de toneladas de CO2, según datos de SPEC LNG.
"El gas natural tiene un rol fundamental en la transición energética justa en términos de soberanía energética”, afirmó Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía.
La expansión del servicio de gas natural en zonas urbanas e intermedias de Colombia es esencial para combatir la desigualdad económica.
Según la Asociación Colombiana de Gas Natural, con una inversión en tecnología de vanguardia, se proyecta llegar a 16 millones de colombianos, marcando un avance significativo en la satisfacción del 50% de la demanda energética total, con un incremento del 5% en puntos porcentuales, impactando positivamente en la seguridad alimentaria y el tiempo dedicado a las tareas del hogar.
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A pesar de los avances, Colombia enfrenta retos en la cobertura eléctrica y del gas natural. Según el Índice de Mejora de la Pobreza Energética, el 8% de la población carece de electricidad, el 61.8% vive en áreas con baja calidad del servicio eléctrico, y el 47.4% aún cocina con leña.
La transición de gas licuado del petróleo (GLP) a gas natural no solo liberará un promedio de $62 mil por hogar, sino que también promoverá una alternativa más limpia y eficiente.
A nivel mundial, el 99% de la población respira un aire que supera los estándares de la Organización Mundial de la Salud. En Colombia, se han identificado 15.681 muertes relacionadas con la mala calidad del aire, representando un costo del 1.5% del PIB.
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El impulso del gas natural en Colombia no solo busca satisfacer las necesidades energéticas, sino que también se posiciona como una herramienta integral para combatir la desigualdad, mejorar la calidad de vida y contribuir a la sostenibilidad ambiental.
