Los paseos de Homero con sus apreciados perros, una demostración de amor a los peluditos

“La Declaración Universal de Derechos del Animal fue proclamada el 15 de octubre de 1978 y aprobada por la Organización de las Naciones Unidas. Esta declaración establece que todo animal posee derechos y señala que el desconocimiento y desprecio de esos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los animales”.

Homero Cuta es un artista empírico que durante mucho tiempo trabajó como conserje de un edificio en el barrio Palermo. En los últimos 12 años se ha dedicado al trabajo de pasear perros por el sector de Chapinero en Bogotá. 

Homero aprendió este oficio cuando diariamente sacaba a pasear a su mascota, un criollo cruzado con bóxer. A él le tocaba estar atento a su comportamiento porque, según Homero, todas las razas caninas tienen diferentes conductas. En esos recorridos conoció a un muchacho al que le dieron un perro para que lo cuidara.

“Yo le dije al joven que ese negocio era muy bueno. Le conté de unos estudiantes colombianos que se fueron para Europa y pagaron su carrera paseando perros. Entonces el muchacho se dedicó a esta labor. Tiempo después me contactó y me dijo que si le podía ayudar a sacar a un perro Pitbull que era muy complicado.

Siempre fue un poco difícil, pero logré hacer el recorrido y me gustó. Entonces el joven me siguió llamando para pasear otros perros”, cuenta.

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Entonces, Homero se puso a investigar sobre el manejo y el comportamiento de los perros. Posteriormente, hizo varios seminarios y talleres que organizaba el distrito, donde interactuaba con otros paseadores caninos. Luego empezó a trabajar por su cuenta.

“Lo más importante es el afecto que uno debe sentir por estos perritos. De esta forma, uno puede interactuar con ellos y darles órdenes de la mejor forma para no estar en situaciones incómodas con el perro”, agregó.

“Algo muy importante es la cantidad de perros que uno puede manejar. En mi caso, yo llevo 6, pero de un mismo tamaño y de razas nobles. Yo he visto gente que lleva hasta 15 perros, entonces eso se vuelve un trabajo de recoger y entregar. De andar para adelante y no más”, explica Homero.

Homero trabaja de lunes a sábado de 6:30 a.m. a 1:30 p.m. La tarifa que él cobra es de acuerdo con el número de horas y al tamaño de los perros. Generalmente, al mes recibe 170 mil pesos. Es decir, que viene a salir como a 8 mil pesos la hora. 

Además, Homero les suministra el agua para que no se deshidraten y algunos cábanos para consentirlos y ganar su confianza. También, los dueños suministran algunos alimentos como galletas.

“La Alcaldía recomienda que se les ponga arnés a los perros porque dice que el cordón de ahogo termina haciéndoles daño en la tráquea, pero eso es cuando uno no educa al perro. Uno sale es a pasear al perro y no que el perro lo pasee a uno. Como paseador, se debe enseñarle al perro que debe caminar a un ritmo, o con los otros perros, o con uno, pero no con el de él. Además, si tu perro es joven, tiene una energía tremenda”.

Asimismo, por prevención, Homero tiene la argolla donde finaliza el cordón, metido dentro de la muñeca para poder manejar cualquier situación que se presente y para poder recoger los excrementos del animal. Una función que, según Homero, es una obligación que deben tener los paseadores y los dueños que sacan a sus mascotas. También dice que estos desechos deben ser depositados en las canecas de la basura y no dejarlos en el lugar donde el perro hizo la deposición.

El grupo de perros que pasea Homero ya lleva con él cinco años: “hay una señora que me dice ¡usted puede venir el domingo porque el perro ese día saca la correa y se pone a esperarlo en la puerta! Cuando llego al parque, los pongo a descansar. Allí los abrazo y los consiento. A ellos les gusta esas manifestaciones y hace que el recorrido sea más relajado. Entrar a este mundo de los perros me ha costado muchos años de trabajo para poder entenderlos y respetarlos”, concluye Homero Cuta.

Recomendaciones para los paseadores de perros

La Radio Nacional de Colombia conversó con Estefanía Saavedra, profesional de Regulación del Instituto de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), sobre el papel que juega la entidad en esta actividad informal la cual todavía no se encuentra reconocida por la ley.

“Nosotros hemos establecido parámetros de bienestar animal para ejercer esta actividad mediante el 'Protocolo de paseadores caninos', por lo cual se han realizado jornadas para socializar este oficio e incidir en la forma en la que estos prestadores de servicios ejercen su labor”, señala.

Asimismo, Saavedra dice que en el año 2022 mediante la articulación con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), se realizó la programación y ejecución del curso teórico-práctico de “Aplicación de Rutina de Paseo en Animales de Compañía”, en el cual se certificaron competencias laborales de los participantes. Asimismo, se realizan visitas de verificación y oficio relacionadas con esta actividad.

Sobre cuáles son los principales errores que comenten algunos paseadores de perros, Saavedra dice que: “el principal error es desconocer que actualmente existe una guía que les facilita realizar sus labores, en la cual podrán encontrar los parámetros para antes, durante y después de la rutina de paseo.

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Por esta misma razón, dice, muchos de ellos no saben que existen formatos que pueden utilizar para autorizar y registrar la información de los caninos que están a su cargo. Asimismo, los implementos que deberían llevar.
En términos generales, los errores que se han observado según Saavedra están relacionados con el número de animales que sacan a pasear (no deben ser más de 8), el tamaño de los animales que sacan (no tienen en cuenta el tamaño de estos y pasean animales de diferentes tamaños al mismo tiempo un solo paseador).

Respecto a los protocolos que se deben tener para las personas que ejercen este oficio, Saavedra dice que: “todo va encaminado a cumplir con las cinco libertades y cinco dominios del bienestar animal en cuanto a descanso, alimentación, diversión, comportamiento natural según la especie, entre otras.

Dentro de las generalidades que se encuentran en el Protocolo de Paseadores Caninos podemos destacar las siguientes:

• Las personas que ejerzan esta labor deben ser mayores de edad. 
• Los paseadores deben identificar dentro de su ruta centros de atención veterinaria en los cuales se puedan llevar a los caninos en caso de emergencia. 
• Se debe cuadrar la ruta de acuerdo con el tamaño, edad y condiciones especiales de los caninos, teniendo en cuenta tiempos de descanso y duración del recorrido. 

Los paseadores deben tener como mínimo los siguientes elementos:

• Medio de comunicación (teléfono celular)
• Portar una prenda distintiva de paseadores
• Portar sus propias traíllas, bozales, y tener adicionales a la mano
• Portar bebederos portátiles y agua suficiente para el número de caninos a cargo.
• Portar bolsas desechables, el doble del número de caninos que se lleva
• Portar un botiquín de primeros auxilios que contenga como mínimo: clorhexidina, gasas, vendas, guantes de látex, microporo, esparadrapo, entre otros.

Para tener más información sobre el ‘Protocolo de Paseadores Caninos’ de 2019, puedes consultarlo aquí 

Para finalizar, el IDPYBA, en el Día Mundial de los Animales, envía el siguiente mensaje: “invitamos a la ciudadanía a proteger, defender y ayudar a aquellos seres que, aunque sí se comunican, algunas veces no logramos entender su lenguaje. Desde el más pequeño hasta el más grande de los animales, merece de nuestra atención y juntos podemos hacer de Bogotá y el mundo en general, lugares en los que se respeten todas las formas de vida”.