En medio de la sorpresa de los habitantes de Gigante, la ‘ceiba de la libertad’, árbol emblemático de este municipio del centro del Huila, se desplomó completamente en la madrugada de este viernes, al parecer por daños en su estructura interna, reportó la propia comunidad.
No hubo consecuencia alguna por la estrepitosa caída, que sorprendió a los giganteños. El magnífico árbol cubría con sus ramas la totalidad del parque central del municipio, se había convertido por sí solo en emblema local y regional, y era uno de sus atractivos turísticos.
Imágenes, fotografías, pinturas y canciones han hecho parte del reconocimiento que giganteños, huilenses y muchas otras personalidades e instituciones han tributado a este árbol.
En 1990, el Ministerio de Comunicaciones y la Administración Postal Nacional emitió una estampilla en homenaje a la ceiba.
Aunque el relato más frecuente, al punto de convertirse en parte del imaginario popular, refería que el árbol fue sembrado con ocasión de la declaratoria de la libertad de los esclavos en Colombia, otras investigaciones conducen a diferentes versiones.
Algunos señalan que el árbol fue sembrado en fecha posterior. Sin embargo, para el historiador giganteño Humberto Montealegre, la siembra de árboles como símbolo de libertad surgió en Francia, expresión que trajo Antonio Nariño a la Nueva Granada.
Montealegre señaló que la “Gazeta Ministerial de Cundinamarca”, de mayo 20 de 1813 ya mencionaba el tema, e indicó que “la siembra del árbol se extendió por las poblaciones de la provincia de Tunja y Cundinamarca, de la que Neiva para esa época hacía parte”.
El declive del árbol habría comenzado en 1978, cuando se le cercenaron raíces para construir un muro. Junto a un comité cívico prodefensa de la ceiba, la Federación Nacional de Cafeteros asumió su cuidado, al declararla “símbolo universal de la libertad y patrimonio ecológico de la humanidad”.
A lo largo de los años siguientes fueron necesarias otras intervenciones, incluida la instalación de soportes y el corte de una de las ramas más grandes. Pese a todo, el imponente árbol mantenía cierta vitalidad y seguía haciendo parte del paisaje urbano de Gigante, hasta la madrugada de este viernes.