El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo este martes en Kiev que la ayuda militar de su país "está en camino" y marcará "la diferencia" en la batalla de Ucrania por combatir a las fuerzas rusas.
"La ayuda está en camino y va a marcar una verdadera diferencia contra la agresión rusa en el campo de batalla", dijo al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, al inicio de su reunión en Kiev.
Blinken llegó en tren nocturno a la capital ucraniana desde Polonia para una visita no anunciada, coincidiendo con la ofensiva de Rusia en el noreste de Ucrania.
Se trata de su cuarta visita desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022, y llega pocas semanas después de la votación en el Congreso estadounidense de un paquete de ayuda para Ucrania de 61.000 millones de dólares, que estuvo bloqueado durante meses por cuestiones políticas internas en Estados Unidos, en pleno año electoral.
Desde entonces, Estados Unidos ha liberado unos 1.400 millones de dólares en ayuda militar, principalmente sistemas antiaéreos Patriot y NASAMS que necesita Ucrania para enfrentar a los rusos, así como municiones para artillería.
"El primer propósito de este viaje es enviar una señal fuerte para tranquilizar a los ucranianos que claramente se encuentran en una situación muy difícil, tanto por la intensificación de los combates en el frente del este como porque los rusos ahora están extendiendo sus ataques transfronterizos a Járkov", indicó un alto funcionario estadounidense a los periodistas a bordo del tren que transportaba al secretario de Estado.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron, condenó "la intensificación de los bombardeos rusos" en Ucrania y la actual ofensiva rusa en Járkov, durante una conversación telefónica con Zelenski, indicó el Elíseo.
Macron "reiteró la determinación de Francia de ofrecer todo el apoyo necesario [...] para hacer fracasar la guerra de agresión de Rusia", añadió.
"Éxitos tácticos del ejército ruso"
Rusia lanzó una ofensiva sorpresa el viernes contra Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, en el noreste del país, cerca de la frontera común, donde según el Estado mayor ucraniano, ha obtenido "éxitos tácticos".
Esta operación hace temer el avance ruso frente a un Ejército ucraniano que carece de recursos.
En este sentido, el ministerio ruso de Defensa aseguró el martes que sus soldados han "liberado" el pueblo de Bugrouvatka, cerca de la frontera rusa y de la ciudad ucraniana de Vovchansk, y que siguen "avanzado profundamente hacia las defensas enemigas".
El jefe de la seguridad nacional ucraniana, Oleksandr Lytvynenko, dijo en una entrevista con la AFP que "más de 30.000" soldados rusos estaban atacando la región de Járkov.
Sin embargo, estimó que, por el momento, ninguna "amenaza" se cierne sobre la ciudad, a unos treinta kilómetros de la zona de combate y que tenía casi un millón y medio de habitantes antes de la ofensiva rusa.
Las fuerzas rusas entraron por "pueblos situados en la frontera misma y que para nosotros era difícil defender", explicó a la AFP Volodimir Oussov, administrador del distrito militar de Járkov.
Además, la noche del lunes al martes, un bombardeo ruso contra Járkov causó dos heridos, según las autoridades locales.
"Hacen asaltos 'carnicería', envían todo su equipo (...) sus drones están muy activos", dijo a la AFP el lunes, desde la localidad de Ruski Tychky, un soldado ucraniano miembro de un grupo que recupera fuerzas tras defender Lyptsi, a siete kilómetros de distancia.
El soldado, que se negó a dar su nombre, se refería a los ataques por fases sucesivas, muy mortíferos, que Rusia ya utilizó.
En Rusia, los medios informaron sobre el descarrilamiento de un tren de mercancías causado por "personas no autorizadas" en la región de Volgogrado, en el suroeste.
Según un funcionario ucraniano del ayuntamiento de Mariúpol, una ciudad conquistada por Rusia a principios de 2022, esta estación "tiene un ramal ferroviario que conduce al arsenal del departamento principal de misiles y artillería del Ministerio de Defensa ruso".