Hacia la una de la tarde de este martes, la empresa EPM informó que el proceso de cierre de la compuerta de captación se había desarrollado conforme a lo planeado, en el transcurso de 40 minutos.
Lo que sigue para el proyecto que se mantiene en plan de contingencia desde hace nueve meses, son 48 horas de monitoreo, que buscan verificar que no se presenten anomalías.
Tras la decisión tomada por la EPM, Santiago Ortega, director del Grupo EnergeIA de la Universidad EIA, afirmó que esta medida va a generar impactos ambientales y disminuirá ostensiblemente el caudal del río Cauca.
De acuerdo con lo manifestado por el ingeniero, antes del cierre estaban pasando 450 m³/s por la descarga. Pero posteriormente el agua que va a quedar en el Cauca desde la presa de Ituango hasta Nechí, es de cerca de 40 m³/s, es decir la décima parte de su caudal.
La medida generará efectos destacados en el afluente. De acuerdo con el experto, y dado que se cambiarán las condiciones regulares de los ecosistemas, se producirá un efecto de estrés ambiental derivado de la ausencia de los recursos que necesitan para vivir con normalidad.
Habrá daños en la vegetación, en la fauna, y muchos pescados quedarán atrapados en bancos de arena.
“Los daños ambientales y sociales ya son evidentes, no tendría sentido tener estos daños, sin poder tener los beneficios del proyecto”, manifestó el experto.
Sin embargo, el director del Grupo EnergeIA, afirmó en Radio Nacional de Colombia, que lo que se espera es que el proyecto pueda arreglarse y pueda llegar a funcionar.
El plan actual busca adelantar la verificación del estado de la casa de máquinas y determinar sus daños, comprobar las posibilidades de reparación, sus costos y confirmar la viabilidad o no del proyecto hidroeléctrico ubicado sobre el río Cauca entre el municipio de Ituango y el corregimiento de Puerto Valdivia, conocido como Hidroituango.