El futuro tiene una historia: un documental sobre las Farc divide opiniones
"Guérrilla des Farc: l'avenir a une histoire" ("El futuro tiene una historia") es el fruto de una década de viajes y rodajes del documentalista francés Pierre Carles, que en su adolescencia vivió en Colombia.
"Era complicado hacer una película así en Francia, dada la imagen que tenían las Farc a causa del secuestro de Ingrid Betancourt" en 2002, explica el realizador en entrevista con AFP.
Militante de izquierdas y autor de documentales críticos sobre el sector audiovisual francés, como "Pas vu à la tele" (1995), Carles rescata en esta nueva obra imágenes filmadas por las propias Farc durante combates.
También rinde homenaje a la película "Canaguaro" (1981), rodada por su padrastro, el chileno Duni Kuzmanich, una obra que también romantiza el surgimiento de los primeros grupos armados campesinos en los años 1950.
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El secuestro de Betancourt, un "error"
El secuestro de Ingrid Betancourt, que durante seis años monopolizó el interés de la opinión pública francesa acerca de Colombia, fue un "error" dentro de una lucha armada que solo puede suscitar "admiración", asegura Carles.
El conflicto armado en Colombia a lo largo de seis décadas, protagonizado por facciones guerrilleras, las fuerzas armadas y los paramilitares causó más de 9,5 millones de víctimas.
Y la violencia continúa, protagonizada ahora por grupos que se negaron a negociar la paz y por facciones que se separaron de las Farc.
Carles viajó a los campamentos de los guerrilleros, a La Habana para filmar el proceso de paz.
"Uno solo podía sentirse impresionado por el compromiso de esos jóvenes", narra Carles en el documental de 142 minutos.
Luego siguió a los protagonistas en su retorno a la vida civil, para fundar proyectos agropecuarios que en parte fracasaron.
"El futuro tiene una historia" niega las acusaciones de complicidad con el narcotráfico, omite el secuestro de miles de menores para incorporarlos a las filas, o los abusos sexuales documentados por asociaciones como Rosa Blanca, impulsada por el propio Centro Nacional de Memoria Histórica.
Carles asegura que las FARC han sido incomprendidas por los medios de comunicación, por la opinión pública internacional.
"Son campesinos, hijos de campesinos, yo los he visto, los he conocido", insiste Carles.
Sin embargo, una de las protagonistas centrales de este documental, Nathalie Mistral, proviene de un país que no tenía ningún vinculo con los problemas de la tierra en Colombia.
Nathalie Mistral, que pudo volver a Francia por primera vez desde 2008 para presentar el documental, dejó las armas y sigue con su compañero colombiano intentando montar proyectos económicos viables en un país que intenta a su vez pasar la página de la violencia.
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Fascinación por la guerrilla
Para el periodista y ensayista colombiano Eduardo Mackenzie, Carles entronca con la fascinación de cierta intelectualidad francesa con los movimientos armados en América Latina, como Régis Debray, el filósofo que se unió a Che Guevara en Bolivia en los años 1960.
"Es un filme hecho para los europeos, es decir, para un público que no conoce el problema de Colombia ni el problema de las FARC" critica este columnista, afincado desde hace más de 40 años en París.
Carles "describe el origen de las Farc como un fenómeno sociológico", el producto de la lucha por la tierra, analiza Mackenzie, autor de obras deomo "Las Farc, fracaso de un terrorismo" (Debate).
"Cuando las FARC son el resultado de decisiones políticas", tomadas por "cuadros del Partido Comunista Colombiano", acusa.
Ocho años después de la firma de los acuerdos de paz, la historia de la violencia en Colombia sigue enfrentando posturas antagónicas.
Y en medio quedan historias como la de Claudia, una guerrillera que confiesa ante la cámara en "El futuro riene una historia" que está embarazada (algo prohibido durante décadas en las Farc), y que solo aguarda la firma de la paz para iniciar una nueva vida junto a su compañero de batallas.
