En el marco de la audiencia restaurativa llevada a cabo por la Jurisdicción Especial para la Paz en Valle del Cauca, un coronel y un mayor retirado del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) Valle devolvieron a las víctimas las medallas que les habían sido otorgadas durante el conflicto armado.
En esta diligencia, en el marco del Caso 05 que investiga los crímenes cometidos por las FARC-EP e integrantes de la Fuerza Pública en el norte de Cauca y el sur de Valle del Cauca, los uniformados en retiro Jorge Enrique Florián y Mauricio Ordóñez Galindo aceptaron su responsabilidad en los casos de 'falsos positivos'.
"Quienes debíamos proteger la vida, optamos por la muerte, y a partir de ahí, el tiempo ha profundizado las heridas que se abrieron (...). El tiempo jamás ha retirado el puñal de dolor en el corazón de muchas madres ni la soledad ardiente en muchos huérfanos", expresó Florián.
Además de reconocer su responsabilidad, el coronel (r) Florián afirmó que la mayor condena que ha sufrido a raíz de los 'falsos positivos' es vivir acosado por su propia conciencia a lo largo de todos estos años.
Asimismo, ratificó que la medalla que devolvió es una de las más altas condecoraciones entregadas a los miembros de las fuerzas armadas que han demostrado un servicio excepcional y un compromiso inquebrantable con su país. Florián aseveró que "es por ello que la dignidad de esta condecoración, en esta oportunidad, no me pertenece".
También le puede interesar: A la cárcel concejal de Soledad por presuntos nexos con las AUC
Posteriormente, el mayor (r) Mauricio Ordóñez Galindo tomó la palabra para dirigirse a las víctimas y aseguró estar dispuesto a enfrentar lo que sea necesario para que ellas recuperen su dignidad.
En relación con el acto de devolución de la medalla, Ordóñez admitió su responsabilidad en los 'falsos positivos' y reafirmó que tales actos no deben repetirse.
"Esto no es solo simbólico, también estoy enviando un mensaje a los militares, porque lo que ocurrió no puede volver a suceder (...). Agradezco profundamente a la JEP por brindarme esta oportunidad, y a ustedes, las víctimas, por su valentía", puntualizó Ordóñez Galindo al entregar la medalla.
Por su parte, las víctimas relataron la historia de sus familiares que fueron asesinados por las fuerzas armadas y describieron las consecuencias de esos terribles actos. En cuanto a las medallas, solicitaron que sean colocadas en un lugar de memoria histórica como una forma de recordar a sus seres queridos y restaurar su buen nombre.
Al concluir la diligencia, el magistrado Óscar Parra aseguró que esas medallas están manchadas de sangre e infamia. Reconoció que "desde la JEP continuaremos avanzando en estas investigaciones, ya que nuestro interés principal es fomentar garantías para evitar la repetición de estos actos y asegurar que todas las víctimas, incluyéndolas a ustedes, reciban la reparación del nombre de sus familiares".