La primera Audiencia de Reconocimiento en Huila, Tolima y Quindío, un hecho histórico para la construcción de paz

Diez comparecientes del Comando Conjunto Central (CCC) de las extintas Farc-EP fueron llamados por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en la primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad del #Caso01, presidida por las magistradas Julieta Lemaitre, relatora del #Caso01; Luisa Fernanda López; Marcela Giraldo Muñoz y Diana María Vega. Y que hoy piden que los comparecientes reconozcan ante las víctimas, la justicia y el país su responsabilidad por secuestros ocurridos en Tolima, norte de Huila y Quindío.

Esta audiencia que hace parte de un proceso judicial en el que la JEP descendió en la cadena de mando para conocer la responsabilidad de los mandos de Bloques y Comandos de las antiguas Farc-EP que operaban en las regiones, articulando la acción de frentes, columnas móviles y compañías. Estructuras que ejecutaron las políticas que conllevaron al secuestro de miles de colombianos. 

Historia del proceso

Desde abril de 2022, siete exintegrantes del último secretariado de las Farc-EP reconocieron públicamente, también en Audiencia, ser los máximos responsables a nivel nacional por haber dado las órdenes de privar de la libertad a civiles y miembros de la fuerza pública y por no controlar a sus subordinados frente al trato que les dieron durante el secuestro.

Estructura que operó entre 1993 y 2015 en municipios de Tolima, el norte de Huila y Quindío. En esa zona, sus integrantes incurrieron en secuestros para financiar a la organización guerrillera y como parte de sus dinámicas de control territorial. 

Hechos que son piezas calves para la Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad donde de 11 víctimas, 8 darán testimonio del sufrimiento que experimentaron durante el cautiverio o por el secuestro de sus familiares, así como los daños que les causaron y las heridas que todavía no se han cerrado.

Cabe mencionar a lo largo de ese proceso judicial, la sala de reconocimiento recibió más de 1.300 observaciones de las víctimas, en las que demandaron una verdad detallada, que diera cuenta de la materialización de las órdenes. Bajo ese contexto, la JEP decidió descender en la cadena de mando, al considerar que eran los mandos medios de Bloques y Comandos quienes ejecutaron las órdenes en las regiones y eran ellos quienes podían dar respuesta a las demandas de verdad que reclaman las víctimas.

Por su parte, la magistrada mencionó que los 10 comparecientes que acuden a la audiencia incurrieron en crímenes de guerra (toma de rehenes) y de lesa humanidad (privaciones de la libertad) y crímenes internacionales cometidos de manera concurrente. 

"Los diez comparecientes son responsables de estas conductas señalados como partícipes determinantes o máximos responsables regionales", explicó Julieta Lemaitre, magistrada de la Alta Corte de la JEP.

El primer compareciente llamado a hacer su intervención en la Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad del Caso01 por secuestros con fines de financiación del Comando Conjunto Central y de las extintas Farc-EP fue Luis Eduardo Rayo, conocido en las extintas Farc-EP como Marlon.

“Reconozco mi responsabilidad por los delitos graves no amnistiables entre los años 1999 y 2011”, dijo al inicio de su intervención el compareciente Rayo, quien en esa época fue comandante del Frente 21 que operaba en el sur del Tolima. 

“Participé en las decisiones de realizar secuestros financieros por el Frente 21”, agregó.

Además, Luis Eduardo Rayo (Marlon) se refirió a hechos que ocurrieron entre 2011 y 2015 cuando fue coordinador del Comando Conjunto Central.

“Para esta época del 2011 al 2014 estábamos en una situación difícil. El Comando estaba a punto de desaparecer debido a las operaciones militares que se desarrollaban contra nosotros. Llegamos a ser 1200 personas armadas, quedamos solo 200”, expresó Rayo. 

El compareciente dijo que fueron los coordinadores del Comando Conjunto Central los que transmitieron las órdenes para llevar a cabo los secuestros fueron los coordinadores. “Primero fue Adán Izquierdo, segundo Abel y el que más duró fue Jerónimo. Todos murieron en combate. Alfonso Cano me nombró a mí en 2011”, agregó.

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Por su parte, Omar Benítez fue la primera víctima que intervino en la audiencia. Él sobrevivió al secuestro que perpetró el Frente 21 y que ocurrió el 7 de septiembre de 2005. En esa época él era un empresario que aportaba a la región con empleo para sus habitantes. 

“El Frente 21 de las Farc-EP sepultó mi vida como empresario y como persona”, empezó diciendo Benítez mirando de frente a quienes fueron responsables de su secuestro, que ocurrió una noche tras jugar un partido de fútbol en Chaparral.

Benítez contó las condiciones de su secuestro: largas caminatas por páramos y al borde de abismos, precariedad de los lugares donde estuvo vigilado constantemente por hombres armados, riesgo de combates con otros actores y el temor de ser asesinado por no poder pagar el dinero que le exigían.

Tras la intervención del compareciente Henoc Capera, la magistrada Marcela Giraldo comentó que el secuestro con fines de financiamiento no solo dañó a las víctimas, como al señor Omar Benítez y a sus familias, sino que también impactó el tejido social y la vida económica de la región.

Las víctimas Ramiro Charry Durán y Ramiro Charry (padre e hijo) intervinieron en la Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad por secuestros perpetrados por el Comando Conjunto Central de las extintas Farc-EP.

Ramiro y su esposa, María Fernanda Durán, fueron secuestrados el 30 de octubre de 2001 en el municipio de Palermo, Huila. La señora Durán fue liberada tres meses después tras lesionarse la pierna derecha lo que le causó dificultades irreparables de por vida. Charry fue liberado el 30 de abril del mismo año. 

“Para mí la verdad es saber de dónde salen estos secuestros”, expresó Ramiro Charry Durán al iniciar su intervención. “Dígannos, quiénes eran las personas que les ayudaron o participaron en el génesis de los secuestros con fines de financiación”, pidió a los comparecientes del Comando Conjunto Central.

Con el testimonio de Mario Montoya y el reconocimiento de Henoc Capera finalizó la primera parte del reconocimiento de los secuestros cometidos por antiguos integrantes del Comando Conjunto Central de las extintas FArc-EP relacionados con el patrón criminal de secuestro con fines de financiación de la antigua guerrilla.

Por otro lado, en las intervenciones de los comparecientes se señaló que hoy siente miedo por vivir la situación que en el pasado vivieron sus víctimas al tiempo que pidió perdón a las personas que sufrieron el flagelo del secuestro en el sur del Tolima y el norte del Huila y recalcó que si hubo tratos inhumanos fue un error en la cadena de mando de la estructura armada. 

Con esta primera Audiencia Regional de Reconocimiento de Verdad, la Sala ahonda en el esclarecimiento de los secuestros cometidos por las estructuras, además las observaciones serán transmitidas al alto tribunal de paz, encargados de analizar y tomar las medidas pertinentes. 

La primera Audiencia es un hecho histórico que deja visiones sobre cómo construir paz a través del dialogo y verdad. 

Los dolores son profundos y tal vez no sanen del todo, pero de allí nace la fuerza para seguir soñando con una sociedad en paz, donde los conflictos no sean una excusa para gestar más guerra en los territorios.