Hoy, lo que anhelan las más de ocho millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado en el país, es la verdad. Una verdad que exigen a quienes fueron sus victimarios.
El encuentro entre dos enemigos del conflicto, Rodrigo Londoño exjefe de las Fuerzas Revolucionarias Armadas de Colombia (FARC) y Salvatore Mancuso, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), ante la Comisión de la Verdad, revivió el anhelo de Orlando Medina, Martha Aguirre y Jeison Mena, víctimas de las Farc y de las AUC, de conocer la verdad y sanar sus heridas.
Orlando Medina, exalcalde del municipio de Nariño en Antioquia, una de las víctimas que asistió al encuentro entre Londoño y Mancuso, recuerda que las Farc se tomaron su municipio en la noche del 30 de julio de 1999, episodio que dejó un saldo de 16 policías y civiles muertos.
Dice que tanto Londoño como Mancuso quieren contribuir a la paz y a la reconciliación de los colombianos, y que según sus declaraciones, hoy se puede entender que “el trasfondo de la guerra tenía que ver con el control del territorio donde primaban los intereses económicos, las tierras productivas, la minería y los cordones estratégicos”.
“Los victimarios tienen que reconocer las atrocidades que hicieron, los victimarios se tienen que arrepentir y pedir perdón, ese es el camino por el cual se pueden sanar las heridas de las víctimas y a futuro, podemos realmente reconciliarnos y lograr el país que soñamos”, indicó Medina.
Sin embargo, señala que hoy siguen quedando muchas preguntas en el aire, como por ejemplo: ¿Por qué se perpetraron asesinatos con maldad?, ¿Por qué se involucraron niños en las filas de los grupos armados? ¿Por qué perpetraron tomas guerrillas? ¿Por qué pagaron con su vida niños, mujeres, ancianos y funcionarios públicos que nada tuvieron que ver con el conflicto armado?
“A mi juicio, Rodrigo Londoño no sitúa en primer plano la dignidad de las víctimas, porque en su discurso justifica las acciones como propias de la guerra. Hoy mostró su sensibilidad y pidió perdón, igual que Mancuso, pero reitera que no se arrepiente, que actuó como revolucionario, y esto es absolutamente fundamental para que se pueda lograr un proceso de paz y reconciliación en el país”, explicó Orlando Medina.
Por su parte, Martha Aguirre, presidenta de la Fundación Sonrisas de Colores, del municipio de Rivera, en el departamento de Huila, quien también asistió al encuentro organizado por la Comisión de la Verdad, por petición de quienes una vez fueron enemigos, coincide con Orlando. “Se necesitan más respuestas y menos hermetismo. En el caso de las Farc, no quieren ceder, no quieren ayudarnos a que las víctimas encuentren la tranquilidad y la dignificación de la muerte de los seres queridos”.
Aguirre, quien es cuñada de Desiderio Suárez, uno de los concejales de Rivera (Huila) asesinados el 27 de febrero de 2006, señala que los exmandos de las Farc aún no les han entregado una explicación satisfactoria de quiénes ordenaron la matanza. Desiderio fue una de las víctimas de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc, cuando estos ingresaron al salón del Hotel Los Gabrieles, y abrieron fuego en contra de los once concejales del municipio, nueve de ellos murieron.
“Siempre he dicho que las víctimas damos mucho, ellos, los victimarios poco. Yo los noto en una zona de confort donde ya no quieren ni sienten la necesidad de aportar. Seguramente encuentros como estos, les van a servir por la necesidad que tienen de ayuda ante a la justicia, para sus rebajas de penas y para seguir ejerciendo una vida civil y ya tranquila que no quieren interrumpir volviendo a despertar episodios crueles, que seguramente van a terminar siendo verdades que van a hacer daño y verdades que los puede hasta afectar”, sostuvo.
Al encuentro asistieron víctimas de los Montes de María, Tulapas, Turbo, Urrá, Cacarica, El Darién, sur de Bolívar, Catatumbo, entre las principales regiones; Huila, Antioquia, Cauca, Valle del Cauca, Córdoba, Chocó, Meta, Casanare, entre algunos de los departamentos y Bogotá como distrito capital, regiones históricamente afectadas por el conflicto.
Finalmente Jeisson Mena, otra de las víctimas asistentes manifestó: “Hubo preguntas que no eran muy concretas y creo que le falta mucho más, falta mucho por conocer como los nombres de los terceros que participaron. Hay muchas cosas por resolver, creo que faltó”, pero manifestó que por lo menos hoy se tiene algo de esperanza de poder tener una Colombia en paz, cuando Mancuso y Londoño se disponen a contar la verdad.
“Lo que esperamos de ellos es que se repare a las víctimas del conflicto armado y que no haya una repetición de estos hechos, de estas masacres y que entre todos podamos construir una Colombia en armonía donde ellos puedan abrazar a sus hijos”, afirmó Mena.