“Desde pequeña siempre sanaba mis dolores y mis angustias cantando una canción y cuando me tocó salir de mi tierra y llegar a vivir a un lugar desconocido con mis hijos, sentí que la música era esa estrategia para sanar los dolores y encontrar mis raíces”, dice Elena Hinestroza cuando se le pregunta por la música para sanar heridas.
Su historia de desplazamiento contrasta con su energía, su talante, la sonrisa sostenida que contagia a todo el que está a su lado, su vestido colorido y un turbante que hace gala de la cultura afro del Pacífico, la cual recuerda en cada una de las letras de sus canciones.
Elena cuenta que en el 2008 ella y sus hijos fueron parte de los más de 400 mil desplazados en Colombia de ese año. Los grupos armados la sacaron de su natal Santa María de Timbiquí por ser una líder innata, defensora de los derechos humanos, la naturaleza y los jóvenes. Salió con el dolor de dejar atrás toda su vida y con la responsabilidad de sus nueve hijos; llegó a Cali, desubicada y sin ingresos, pero con la entereza de querer salir adelante y ayudar, como lo ha hecho siempre.
Para esta líder no todo fue música después de su llegada a Cali, “En 2008 salí a un asentamiento y toque fondo, y les dije a mis hijos: no suframos, no lloremos, porque de aquí para abajo no es más, de aquí es para arriba”. Dice Elena que le tocó empezar a tocar puertas y buscar su rumbo en un lugar donde no conocía a nadie.
Entre ires y venires por mantener su entusiasmo y la musicalidad en su diario vivir, a Elena la “invitaron a un ensayo del grupo Socavón de Timbiquí para que los acompañara a grabar una de sus canciones, “desde ahí el mundo se me despejó y tomé parte del alma, la música del Pacífico, como derrotero para curarme, liberarme y ayudar a otros que, como yo, habían sido desplazados y llegaban a Cali con hambre y heridas muy abiertas”.
Elena decidió crear “Integración pacífica” reuniendo a las mayoras, jóvenes, niños y niñas entorno a la música para sanar sus heridas, para encontrar un lugar común en una tierra lejana a la suya, para seguir cultivando las raíces de sus ancestros y hacer transmisión de saberes. Por su creatividad, ingenio, carisma y motivación volvió a ser la líder que integra y lucha por los suyos, por los desplazados del Pacífico colombiano que llegan a Cali.
Su lucha dio frutos y en 2016 cuando ganó el premio Estímulos del Ministerio de Cultura, lo que le permitió grabar con Integración Pacífica 10 canciones de su autoría, en la que cuenta las historias de vida y resiliencia de su tierra natal, por lo que no tarda en decir que “uno jamás se debe dar por vencido, yo tuve que dormir en un caño; pero cuando cantaba, iluminaba”.
Ahora Elena construye paz “desde lo que hacemos, desde lo que somos. Paz para nuestros corazones, una paz en colectivo para cambiar la historia de nuestro país, aspiramos que el colectivo sean todos los colombianos, sin quedarse ni uno solo, que seamos como en el Pacífico, una familia extensa”, lo que también le permite obtener ganancias para los integrantes del grupo a través de las presentaciones, lo que también Elena considera hacer paz.
Dentro del reconocimiento a su labor, Elena cuenta que “he estado hasta en Harvard contando el trabajo que hemos hecho con Integración Pacífica y la Asociación Cultural El Chontaduro, para construir paz en nuestros territorios y preservar el legado de mis ancestros y ancestras”, y recibió el reconocimiento de ‘Albastella Barreto’ otorgado en el marco de los actos protocolarios del cumpleaños 483 de Cali, por ser una mujer que a través de la música transforma el dolor que produce el desplazamiento armado.
Este año Integración Pacífica y Elena Hinestroza cerrarán con dos presentaciones, una de ellas es en Quilombo del festival Petronio Álvarez 2021, con la puesta en escena de las ballenas encantadoras, un show que enseña la magia de las ballenas yubarta en el Pacífico; además de su puesta en escena en la Feria de Cali 2021 en el oriente de esta ciudad.
Para finalizar, Elena vuelve a recalcar con su radiante sonrisa que “la música con sus instrumentos sana, las letras dicen que somos valiosos y valiosas, y los mensajes hacen que la gente esté contenta; porque el arte es el vehículo para empezar a sanar y conseguir lo necesario, las cosas que faltan”, por eso la conocen como ‘la cantadora de la paz’.