De las víctimas de la comunidad LGBTI registradas en el Informe Final, el 34,1% fueron menores de edad, donde la mayoría de las violencias fueron cometidas por paramilitares, guerrillas y la fuerza pública, a través de amenazas, lesiones personales, feminicidio y homicidio, tentativa de homicidio, desaparición forzada y tortura.
En las Emisoras de Paz de la Radio Nacional de Colombia conversamos con Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo, quien indica que: "desde Caribe Afirmativo, entregamos once informes a la Comisión de la Verdad, donde a través del volumen de Género en el apartado 'Mi cuerpo es la verdad' se documentaron más de 400 casos motivados por el desprecio contra la orientación sexual, la diversidad y la expresión de género".
Castañeda, que también hace parte del Comité de Seguimiento y Monitoreo al Informe Final, explica que durante el trabajo de la Comisión se pudieron establecer cuatro hallazgos que afectaron el desarrollo de la identidad de las comunidades diversas en razón del conflicto armado colombiano.
El primero es que hay una violencia estructural, permanente y sistemática en el país contra la comunidad LGBTI, y lo que hace el conflicto armado es agudizarla y complejizarla. "Lamentablemente, con la firma del Acuerdo (2016) esto no terminó, las personas LGBTI fueron utilizadas como botín de guerra por los actores en el conflicto".
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En el segundo hallazgo, se identificó un fenómeno que la Comisión llamó 'la complicidad social', "donde la mayoría de los hechos que sucedieron fueron avalados por la sociedad civil, los actores armados actuaban en complacencia o con el visto bueno de la comunidad, y se hace constancia de la necesidad de trabajar, porque parece que las vidas de la comunidad LGBTI no importan, y esto es combustible para que la guerra continúe", expone Castañeda.
El tercer hallazgo da cuenta de que el delito que más se registró contra la comunidad LGBTI tiene que ver con las amenazas, los desplazamientos forzados y los asesinatos; hechos que generaron un efecto, no solo en las víctimas y sus familias, sino también en su entorno social, porque la mayoría de las víctimas estaban generando un ejercicio de liderazgo social en sus territorios.
En el cuarto hallazgo, la Comisión hace referencia a cómo el conflicto armado acabó con proyectos de vida de muchas personas de la comunidad LGBTI. La mayoría de las víctimas fueron reclutadas, expulsadas del territorio y separadas de sus familias; a las mujeres bisexuales les prohibieron o las obligaban a tener hijos con la idea de corregir su orientación sexual. "Efectivamente, pudimos reconocer que el conflicto armado colombiano tuvo en las personas LGBTI unos actores que quisieron aniquilar, invisibilizar y eso trajo una realidad social que se ha olvidado; aquí necesitamos que los actores reconozcan, reparen y que existan garantías de no repetición y que la sociedad proteja a las comunidades diversas", agrega Wilson Castañeda.
Una realidad que no termina con la firma del Acuerdo de Paz (2016), solo en 2022, la Fiscalía General de la Nación reportó que en Colombia se presentaron más de 3.400 amenazas contra líderes y lideresas sociales de la comunidad LGBTI; y que nos invita como sociedad hoy 28 de junio, en el Día Internacional del Orgullo LGBTI, a proteger y respetar la diversidad.
Por otro lado, el Instituto Kroc identificó 578 compromisos en el Acuerdo (2016) donde realizan seguimiento a su implementación. A través del Séptimo Informe Comprensivo (diciembre de 2021 a noviembre de 2022), presenta un análisis donde se registró que el 50% de los compromisos aún no inician o se encuentran en estado mínimo en su implementación.
Dialogamos con Nicolás Rojas, investigador nacional del Instituto, que explica que el 13% de los compromisos aún no inician su implementación, el 37% se encuentra en estado mínimo, el 20% en estado intermedio y el 31% de los compromisos se implementaron en su totalidad. "Si miramos el enfoque de género, nos encontramos con que el 18% de los compromisos aún no inicia su etapa de implementación, el 52% se encuentra en estado mínimo, el 18% en estado intermedio y solo el 12% de los compromisos con enfoque de género pudo terminar su implementación", explica Rojas.
De acuerdo con el Instituto Kroc, la implementación de compromisos con enfoque de género adquiridos con el Acuerdo de Paz (2016), los puntos donde se encontraron avances fueron en el punto 1, especialmente en los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial. Por ejemplo, en El Catatumbo de las 1.115 iniciativas priorizadas, 278 tienen etiqueta de género, a pesar de que ninguna está asociada a la comunidad LGBTI.
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En el punto 5 de Víctimas, la entrega del Informe Final de la Comisión presentó un avance significativo y generó una conversación necesaria para la sociedad colombiana, que permitió el reconocimiento de una parte de su historia; y en el punto 2 de Participación Política, la representación de las comunidades diversas viene generando espacios y oportunidades de participación.
Los avances nos presentan caminos que nacen de las comunidades LGBTI, como escenarios de defensa contra la realidad social que los afecta y que suman espacios de convivencia y reconciliación en territorios afectados por el conflicto armado; una ruta donde quieren sumar fuerzas para la búsqueda de un país que pueda vivir en la diferencia.
En Norte de Santander, el Movimiento Visibles (integrado por miembros de la comunidad LGBTI) integró esfuerzos con la sociedad civil y desde el arte crearon el primer Colectivo de Teatro, liderado por familiares de víctimas de desaparición forzada, denominado "Buscando con Amor"; la oportunidad para alzar la voz de una historia que no se permite callar y fomentar el legado de la Comisión de la Verdad.
Margarita Rosas, una de sus integrantes, agrega que: "el teatro foro se transformó en una oportunidad para entregar un mensaje que permanece en el silencio que genera la desaparición, pero también para decir que las comunidades LGBTI estamos en el camino de reconstruir un tejido social que ha sido fracturado por el conflicto armado en el país".
La esperanza, que desde las artes se permite entregar líneas de fuga donde las víctimas del conflicto armado, las comunidades campesinas, afro, LGBTI y toda la sociedad civil colombiana se la juegan por la diferencia y la diversidad como escenarios de transformación social, en un país que avanza en la implementación del primer Acuerdo de Paz en el mundo con enfoque de género.