Al menos un centenar de personas asistirán este 4 de noviembre, al sector rural de Las Palmeras, en Tame, la ‘Capital Turística’ de Arauca, para desarrollar conversatorios en torno a la fe y el amor, diálogos en los que además participarán los campesinos de la zona.
Para Germán Bedoya, uno de los líderes campesinos que convoca el encuentro, más allá de los componentes espirituales, “los sanadores y sanadoras queremos restaurar el territorio. Arauca es una región de conflicto; hay que cambiar el chip de la violencia que nos metieron por el chip de la paz que es el que merecemos y tenemos que buscar”, explicó desde Tame el líder.
En ese sentido, esta Juntanza por la Paz, busca visibilizar los saberes campesinos, indígenas y de las comunidades afro, en Arauca, por querer armonizar territorios con sus tradiciones.
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Según Alinibeth Cáceres Afanador, psicóloga con experiencia en intervención comunitaria en el departamento de Arauca, “estos espacios facilitan que las comunidades o grupos expresen sus sentimientos, que conllevan a generar validación emocional, dejando como resultado final un entendimiento o empatía por el otro”, explicó, haciendo referencia a la Juntanza por la Paz.