La Mesa de Paz tiene como objetivo crear un espacio inclusivo y participativo para promover el diálogo y la construcción de paz. Tras una serie de diálogos y negociaciones, el Gobierno asumió el compromiso de implementar mecanismos inmediatos para garantizar la protección de la vida e integridad de los jóvenes privados de su libertad por su participación en las protestas sociales. Asimismo, se diseñarán protocolos para asegurar su plena participación en el proceso.
Este logro se materializó luego de una huelga de hambre llevada a cabo por los integrantes del 'Proceso colectivo Jhonatan Sabogal', que duró 12 días al comienzo del mes de julio. La huelga tenía como objetivo presionar la instalación de la Mesa y discutir asuntos relacionados con la humanización carcelaria, tanto con los prisioneros del estallido social como con otros detenidos interesados en el proceso.
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El presbítero Javier Giraldo brindó su apoyo para iniciar esta fase de diálogo, que contó con la participación de varias instituciones gubernamentales, entre ellas, la Consejería Presidencial para la Juventud, así como también acompañantes y familiares de los internos.
La Mesa de Paz en la Cárcel de Palmira representa un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones pacíficas y constructivas que aborden las preocupaciones y demandas de los jóvenes involucrados en el estallido social. Con esta iniciativa, se espera fomentar el respeto a los derechos humanos y contribuir a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva para todos.
Las partes involucradas se comprometen a continuar con las negociaciones y los esfuerzos para alcanzar acuerdos que promuevan una convivencia pacífica y una justicia social equitativa.