El 17 febrero de 2017 llegó Rubén Yesid Jiménez Pérez, a lo que hoy se llama Nueva Área de Reincorporación Simón Trinidad, comenzó a arreglar espacios, a ver los terrenos, a hacer planes y el 28 de abril del mismo año llegaron los primeros 28 habitantes de manera formal al lugar y de ahí en adelante otros y otros hasta que se culminó con 536 personas de todo el país, pero con familias y todo se llegó a tener hasta cerca de 700 personas habitando el espacio.
“Después de 8 años de la firma de los acuerdos los habitantes que hemos vivido en este espacio Simón Trinidad, que inicialmente se denominó como Pabellón Especial para la Paz, pues el objetivo era el de ser similar a una cárcel, y a medida que fueran terminando las condenas, las personas pudiesen ser libres, y así fue, se fueron yendo poco a poco, no solo por el cumplimiento de los términos sino porque se fueron buscando la vida”, comentó Rubén.
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Según Rubén, “en esos primeros meses, no se recibió ninguna ayuda, ni alimentos, fue complejo, después de 8 meses de gestiones, se logró formar como NAR, hoy en día lo poco y nada que existe se sostiene con esfuerzo propio, lo que el gobierno nos asiste es con el pago del arriendo del terreno, sin otras inversiones importantes”.
“Hemos tenido algunos proyectos, a veces como a medias, por ejemplo el restaurante, el hotel, el taller de fabricación de concentrados, el jardín infantil, el lombricultivo y otros que aunque no han prosperado como se esperaba, han servido en su tiempo. También hay algunas entidades nacionales e internacionales que nos colaboran, especialmente, Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo, la Organización Internacional para las Migraciones, Naciones Unidas, la Cruz Roja, el Consejo Noruego para los Refugiados, entre otros”.
Rubén ha sido uno de los líderes que ha aportado a los diferentes procesos que se han dado en el espacio y de los primeros que llegó al territorio.
“En el espacio, algunos han podido comprar algún pedazo de tierra y han organizado cultivos o ganados, sin embargo, se mantienen en contacto con el espacio, y en sus labores, pues acá son dos días a la semana que se labora en conjunto, nosotros pensamos que en este espacio después de tres gobiernos, no hay avances importantes en la dinámica que ayude a mejorar realmente a nuestras familias, por eso pensamos y creemos, sería importante es que se pudieran entregar las tierras como un gesto real de paz, eso solucionaría grandemente los objetivos dados en el acuerdo, y es complejo si pueda llegar a pasar igual que el Mariana Páez, les toca irse, entonces todo se acabaría, y tocaría empezar de nuevo”.
El líder afirma, “en el momento se sigue haciendo apuestas por la paz, tenemos algunos cultivos y proyectos personales y comunitarios que buscan beneficiar a todos y a las comunidades, además hemos gestionado algunos proyectos para la comunidad como placa huellas, alcantarillas y otros. También en el espacio por ahora se respira tranquilidad, en las cerca de 50 personas que habitan, con el objetivo general de la búsqueda del cumplimiento en la entrega de tierras porque el único que puede construir una casa en el aire es Escalona en su canción, teniendo tierra donde forjar la vida, echar raíces".
Rubén concluye, “en la nueva área de reincorporación Simón trinidad, yo se la di en honor a Simón trinidad que estaba en estados unidos y en donde las comunidades inclusive se han servido de estos espacios, para diferentes reuniones, actividades comunitarias, bazares, hasta el momento todo está tranquilo, pero de todas maneras siempre se vive con incertidumbre de, ¿que pasara el día de hoy?”
En diálogo con Albeiro Parra Vargas dice “le seguimos apostando a mantenernos como cooperativa y como proyecto colectivo, especialmente tratando de sobrevivir, es que no se ha visto reflejado realmente el acuerdo, tenemos un proyecto de turismo certificado con el registro nacional de turismo, hacemos varias actividades en el espacio, recién estábamos haciendo un sistema de certificación con la Universidad Cooperativa para guías y ejecutamos el tema de rapel, y el cuidado del medio ambiente, en caño rojo con proyecto de turismo y en trabajo mancomunado con la cooperativa Catypsa."
"Hemos desarrollado proyectos de reforestación en la vereda la Argentina, donde se beneficiaron al menos 60 familias en el cuidado de los bosques y las plantas, que se gestionaron con algunas organizaciones, en el momento contamos también con un proyecto colectivo de aguacate muy bonito, con buenas perspectivas y también tenemos proyectos de manera individual, con lotes que hemos sacado en arriendo y de otras maneras como compañías y así, para mantenernos, en espera de las tierras”, añadió Albeiro Parra.
Lida María Urrego, quien lidera algunos procesos en el territorio comenta, “aún se mantiene el turismo con el hospedaje Nelson Mandela, el restaurante El Sazón de la Paz. De igual manera, el destino turístico por las huellas de Manuel, a veces se da de manera esporádica el servicio de estos lugares, y ahorita en Navidad se realizó todas las decoraciones del arbolito, con material reciclado.
Desde estos liderazgos se realizó la invitación a conocer el lugar y a vivir las aventuras turísticas con que se cuenta, a solo 40 minutos del casco urbano de Mesetas Meta.