Tras el anuncio del paro armado en la región de San Juan, Chocó, por parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN) debido a los enfrentamientos con el Clan del Golfo, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz ha confirmado que el martes 4 de julio se evaluará la posibilidad de ingresar al territorio para dar inicio a la segunda fase de la Misión Paz. Esta iniciativa tiene como objetivo fortalecer las acciones de paz en las comunidades afectadas, desplazadas y confinadas, especialmente en los municipios de Sipí, Nóvita, Istmina y medio San Juan.
En un comunicado, se hace un llamado a los grupos armados para que no ataquen a la comunidad, recordando que según el Derecho Internacional Humanitario (DIH), las operaciones armadas no deben afectar ni ejercer presión sobre la población civil, ni utilizar a personas o infraestructuras civiles como escudos, y mucho menos convertirlas en blancos militares.
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Asimismo, se asegura que se han investigado rápidamente las informaciones sobre la presunta colaboración de miembros de la fuerza pública con grupos irregulares, basándose en indicios y pruebas. Se deja claro que la doctrina del enemigo interno y cualquier estrategia encubierta no tienen cabida en las políticas de paz, seguridad, socioeconómicas y ambientales del Gobierno actual.
La instalación de la Misión Paz contará con el apoyo de grupos ciudadanos a favor de la paz, representantes de la iglesia y organismos multilaterales.
Por último, la Oficina enfatizó que "la paz se construye en el seno de la sociedad" y que son las voces y las historias de las comunidades las que guían la implementación de medidas específicas del DIH, así como la búsqueda de soluciones integrales para superar los ciclos de violencia armada.