El baile tradicional del yariseño está plasmado en una de las esculturas del municipio, así como la principal economía de la región y el legado de paz que construyen sus pobladores.
Ubicado al norte de Caquetá, San Vicente del Caguán es uno de los municipios con mayor extensión geográfica de la Amazonía colombiana y está atravesado por una serie de hitos importantes que se destacan en la historia regional y nacional. Algunos de sus monumentos más emblemáticos dan cuenta de los momentos clave que ocupan lugar en la memoria colectiva de sus habitantes.
En un recorrido por las principales calles del municipio y tras conversaciones sostenidas con personas conocedoras del patrimonio cultural, desde la emisora de paz de San Vicente del Caguán se reunieron imágenes y percepciones acerca la relación de los sanvicentunos con los elementos que buscan generar identidad local.
Monumento a “Los Fundadores”
La escultura de concreto creada entre 1995 y 1997 por el artista Ramíro Murillo está ubicada en el barrio El Campín, en una de las entradas principales del casco urbano de San Vicente del Caguán, sobre la vía que comunica con el vecino municipio de Puerto Rico.
El monumento está integrado por las figuras de un hombre con un hacha y un sombrero, junto a una mujer que carga a un bebé en sus brazos. De acuerdo con el archivo de la Biblioteca Pública Municipal, la imagen busca representar la labor a la que se dedicaban las primeras familias que llegaron desde otras regiones del país a lo que hoy se conoce como San Vicente del Caguán: la explotación del caucho y la quina. Tumbando la selva para su establecimiento.
Según María Emilia Falla, oriunda de San Vicente y directora del Liceo Moderno Nelly Perdomo de Falla, ‘Los Fundadores’ es tal vez el monumento con que más se identifica la población local. Esto si se tiene en cuenta su ubicación estratégica y se reconoce que la colonización de estas tierras fue propiamente de familias campesinas que hacia finales del siglo XIX llegaron desde el Huila, Cundinamarca, Antioquia y otras regiones, por la denominada “Fiebre del Caucho”.
Monumento al Hacha
Se reconoce como el primer monumento del municipio creado en 1977 por el escultor colombiano Roberto Arturo Henao. Está ubicado en el centro de San Vicente del Caguán, en el parque Los Fundadores.
La escultura de hierro y concreto la integran grandes figuras de un tronco y un hacha, que rinden homenaje a cientos de colonos provenientes del interior del país, que arrasaron con la biodiversidad de la selva, para cultivar pasto y establecer potreros, que desde entonces mantienen a la ganadería como la principal fuente económica de San Vicente.
El monumento ha sido controversial, especialmente durante las últimas dos décadas, a partir de cambios en el imaginario colectivo de un amplio sector, que considera que la narrativa y las representaciones deben transformarse hacia la conservación de la selva amazónica y de la vida, y que referentes como el monumento del Hacha no permiten avanzar en ese sentido.
De acuerdo con Omar García, poblador de San Vicente del Caguán y exalcalde (periodo 1998-2000), esta estructura arquitectónica no representa la identidad local, además, porque el hacha, como herramienta para talar árboles, fue sustituida hace ya varios años por las motosierras.
San Vicente del Caguán es uno de los municipios con los índices más altos de deforestación y con el mayor número de cabezas de ganado en el país. Según Global Forest Watch, en 2021 se perdieron 19 mil hectáreas de área boscosa en este municipio, lo que equivale al 45% del total de pérdida de bosque en Caquetá y al 7% del total nacional durante el mismo año.
Dadas las controversias que se han presentado con la escultura, en 2022 alguien decidió destruirla. Sin embargo, rápidamente fue restaurada y permanece en el parque Los Fundadores. Según María Emilia Falla, este monumento da cuenta de la historia local y debe ser un elemento simbólico útil para hacer pedagogía sobre el cuidado de la selva.
“Tenemos que enseñarles a las nuevas generaciones que la deforestación hay que pararla. No es una imagen para continuar en lo mismo, sino para reconocer que en la historia San Vicente fue así, pero que ya no debe serlo”, destacó.
Monumento a la Vida Sanvicentuna
Una de las más recientes estructuras arquitectónicas en San Vicente del Caguán es el monumento a la Vida Sanvicentuna como lo conocen popularmente los pobladores. Una escultura de cerca de 10 metros de altura, ubicada en uno de los costados del parque Los Fundadores.
Creada en el 2018 por el artista Simón Manrique representa figuras diversas: en la cúspide se distingue la imagen de una mujer que eleva sus brazos al cielo y sostiene un par de aves sobre sus manos. Ella, a su vez, está sostenida por una heliconia gigante, especie endémica de la Amazonía. Grabadas en ambos frentes de la flor, sobresalen cabezas de ganado, figuras de campesinos, una mujer que danza con el traje típico del tradicional baile yariseño y algunas palmas, que simbolizan la selva.
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Esta escultura da cuenta de una historia que viene transformándose en la narrativa local. Así lo reconocen Omar García y María Emilia, quienes resaltan que es una muestra de la diversidad que habita en el municipio, la economía principal y de uno de los grandes legados culturales que tienen los sanvicentunos: el yariseño.
Este baile típico surgió en la década de los 70 como apuesta por definir los valores que generan identidad regional, integrando los ritmos del bambuco, el pasillo y la música llanera.
Además, el monumento tiene una placa con una leyenda que destaca los esfuerzos por la construcción de la paz, haciendo alusión a las afectaciones del conflicto armado y la ola de vulneraciones de derechos y estigmatización que ha padecido la población:
“Este monumento representa el renacimiento de nuestra región, después de haber vivido en nuestra historia un periodo muy oscuro, lleno de violencia y desolación. Surge la esperanza con aires de libertad en nuestro territorio de paz”. Monumento a la vida sanvicentuna.