Tras cinco años de la firma de los Acuerdos de Paz, el partido Comunes, antes conocido como partido Farc, se enfrenta a muchos retos… ¿Cuál va a ser su panorama para las próximas elecciones?, ¿qué va a pasar con la posibilidad de escisión?, ¿cuál podría ser una estrategia para que sus proyectos de ley sean aprobados?
La llegada
El 20 de julio de 2018 excombatientes de las Farc llegaron al Congreso de la República. Con cinco curules en Cámara de Representantes y cinco en Senado, pactadas en el Acuerdo, esperaban tener un canal para tramitar sus diferencias políticas. Lo que antes era un objetivo militar ahora se había convertido en su lugar de trabajo.
“Yo sentí muchas emociones encontradas. Antes cuando estábamos en la guerrilla o estábamos en el conflicto y la guerra, nosotros pensábamos que había que eliminar el Congreso, que había que tumbar el Congreso, que había que destruirlo. Resulta que las cosas cambiaron, firmamos el Acuerdo y ahora comenzamos a hacer parte de esta institución”, explicó Sandra Ramírez, senadora del Partido Comunes.
Sin embargo, no para todos fue una llegada positiva. Desde la bancada de gobierno los excombatientes tuvieron una fuerte oposición. Paloma Valencia, senadora del partido Centro Democrático, señaló que las curules para los excombatientes “son una afronta para la democracia”.
“En el sur de Colombia, el jefe que mandó a asesinar, que secuestró y voló los pueblos es Pablo Catatumbo y a uno sí le duele mucho tener que encontrarse con una persona que tiene las manos untadas de sangre a la cual ahora hay que decirle ‘honorable senador’. A nosotros nos dijeron que renunciábamos a la facultad de meterlos a la cárcel porque iban a decir la verdad, pero no la han dicho”, argumentó la senadora Valencia.
El aprendizaje
Estos tres años en el Congreso han traído consigo muchas enseñanzas para los excombatientes. De acuerdo con Angelika Rettberg, docente de la Universidad de los Andes y experta en Construcción de Paz, los militantes de Comunes han tenido que aprender poco a poco a conocer el juego político.
“Han tenido que aprender a construir alianzas, a enfrentar muchísimas críticas, darse cuenta que es muy difícil convertir en ley las propuestas que quieran hacer y esto todavía hace parte de las tareas pendientes. Aunque han hecho una labor de aprender sobre normatividad legislativa, han intentado tomar muy en serio la oportunidad que la democracia les brinda”, afirmó Rettberg.
Los momentos de tensión también han sido protagonistas. Jesús Santrich, quien en un principio hizo parte activa de los acuerdos e incluso ocupó una curul en la Cámara de Representantes, volvió a las armas. Un golpe que desde Comunes decían no esperar.
“La salida de Iván Márquez y Jesús Santrich significó un daño para el Acuerdo, para Comunes, para la sociedad, porque nos defraudaron. Yo me sentí traicionada porque es la mayor inconsecuencia con unas personas que tuvieron semejante responsabilidad como fue la construcción de los acuerdos. Fue un daño porque se pierde la credibilidad y, en cierta parte, la esperanza de lo que significa esta firma”, indicó la senadora Sandra Ramírez.
Esta salida marcó nuevamente un hito en la historia de Comunes en el Congreso. ¿Qué debería pasar con la curul de Jesús Santrich? A pesar de que se dejó en firme la figura de la ‘Silla vacía’, desde algunos sectores de la colectividad aún reclaman este escaño.
“En el tema de la reincorporación política no podemos decir que se haya implementado de manera plena. En la Cámara de Representantes hay una curul que aún no ha sido ocupada por parte de quienes hicimos dejación de armas, quienes firmamos la paz y seguimos aquí. Hoy estamos esperando que esa curul sea otorgada al compañero Benedicto González que es el que sigue en la lista después de que se haya salido Jesús Santrich”, indicó la senadora Victoria Sandino, quien ahora hace parte de la fracción del partido que está buscando la escisión.
¿Y los proyectos?
Una de las principales quejas de los congresistas que hacen parte de Comunes es que sus proyectos no salen adelante y se hunden por falta de discusión. De acuerdo con la información brindada por el partido, en la anterior legislatura presentaron al menos 10 proyectos con temas como la ampliación de la participación política de los ciudadanos en el exterior, la renta básica y el mínimo vital en los servicios públicos y ninguno de estos fue aprobado. De igual manera, según la información oficial han llevado a cabo cerca de 10 debates de control político por presuntas violaciones de derechos humanos en el marco del Paro Nacional, la crisis carcelaria y los asesinatos a líderes sociales.
“Se ponen en el orden del día los proyectos de los partidos mayoritarios y que tienen influencia en las mesas directivas, mientras que los proyectos de ley nuestros, de la bancada alternativa, van quedando en el rezago, van quedando en la cola”, explicó la senadora Sandra Ramírez.
Sin embargo, el presidente del Congreso, Juan Diego Gómez, indicó que el Congreso es respetuoso de las reglas de la democracia.
“No es que los proyectos que ellos presentan no pasen o no tengan trámite, es que la dinámica misma y los temas que proponen quieren cambiar el gobierno y para llegar a estas instancias se tienen que ganar las elecciones, se tiene que ganar el gobierno”, argumentó.
La profesora Angelika Rettberg tiene un análisis particular sobre este fenómeno, pues indicó que es normal que la mayoría de proyectos no se convierta en ley.
“La mayoría de las iniciativas de cualquier partido o persona no pasan, la fracción de proyectos que logran ser debatidos es muy pequeña. En ese sentido, con respecto a este criterio a Comunes no le va mucho peor que a otros partidos. En general es difícil para un proyecto convertirse en ley”, puntualizó.
Los retos
A Comunes le quedan cuatro años más de presencia automática en el Congreso de la República, después de esto se tendrán que enfrentar a la arena política y electoral si quieren ocupar nuevamente estas curules. Esto genera un reto: ¿cómo va a ser su comportamiento para generar simpatía con los votantes?
De acuerdo con Julián López, docente de la Universidad Santo Tomás, el partido tiene muchos retos a los que se tiene que enfrentar.
“Se debe mostrar que hay un pasado que no se niega, que se acepta, que se habla de ello y que hay un presente y un futuro diferente. El otro reto es entender cuáles son las propuestas, ¿qué están proponiendo dentro de este sistema?, ¿qué están planteando dentro de este mundo urbano?”, argumentó.