¿Qué tan diferente es crear una historia sonora de ficción y una de no ficción? La respuesta no es tan obvia como parece. Recopilamos seis reflexiones de la actriz y directora de Podium Chile, Trinidad Píriz, en el taller Pódcast y ficción: cada historia tiene su voz, que realizó en la cuarta edición del Festival Iberoamericano de Pódcast Al Oído.
1. El pódcast es a la radio lo que el cine a la televisión
El pódcast se compara con el cine, ya que se trata de un ejercicio más lento, más cuidado y con una comunicación más cercana y personal con la audiencia. esta forma de narrativa auditiva permite establecer una conexión única entre el creador y el oyente.
2. Tomar distancia de las historias
Piríz enfatizó en la importancia de tomar distancia de las historias en ocasiones y luego regresar a ellas para reorganizar y definir una metodología que conduzca a resultados satisfactorios. Esta reflexión destaca la importancia de la revisión y la planificación en el proceso de creación de un podcast de ficción.
3. El periodista o creador del pódcast debe plantear preguntas
¿Cuál es el papel del periodista o artista en el podcast? Destacó que no se trata de ser jueces, sino de plantear preguntas e historias relevantes, la audiencia no espera que se impongan sentencias o se encarcele a alguien, ya que esa no es la labor de un podcast. En cambio, se busca despertar la curiosidad y generar reflexiones a través de la narración.
4. Buscar otros puntos de vista dentro de las historias
Una buena historia no se limita a su punto de partida y no se centra en un solo tema, sino que se expande hacia un universo más amplio. Por esta razón, es fundamental contar con preguntas que impulsen y movilicen la narrativa, llevándola más allá de los límites iniciales.
5. Pódcast como espacio para crear conexiones con la audiencia
Finalmente, Píriz destacó la creciente importancia de los podcasts de ficción como una forma única de comunicación y entretenimiento, que le permite a los creadores establecer una conexión íntima con la audiencia a través de narraciones cuidadosamente elaboradas.
“Una buena historia no termina en donde parte y no habla nunca de una misma cosa sino de un universo más grande, por eso uno necesita preguntas que le den un empujón, que muevan”, concluyó.