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Mesetas le rinde el postrimero adiós a Patrocinio Ángel Manjarrez, el último de sus primeros habitantes

Con la partida de este personaje se cierra el libro generacional de la historia de los inicios de Mesetas.
Álvaro Martínez Avendaño

Fue una de las personas que acompañó a los que fundaron el municipio para escoger el lugar en que se pondría la primera piedra de lo que hoy se conoce como el casco urbano de Mesetas y fue pieza fundamental en lo que hoy es este municipio.

Sentarse a dialogar con él siempre fue agradable, siempre con las historias de su pasado apuntaban a alguna acción en pro de algún proyecto que buscaba el bienestar de la región, él conocía los caminos más recónditos de la región, pues muchos de ellos fueron escarpados por él y su familia.

En un diálogo que se tuvo con él hace algún tiempo comentaba “yo conocí esta región cuando todavía la mata de Monte estaba en Granada Meta, a  lo que se le llamaba Boquemonte, también en ese entonces no había caminos grandes ni carreteras, caminábamos hasta Uribe, inclusive hasta el guayabero. Cargamos los fiambres que nos preparaba nuestra mamá, me acuerdo de que yo llegué muy niño, y no había nada, solo selva”.

“Por esa época había árboles gigantes que necesitaban hasta más de cuatro personas para tumbarlos,   llegaron al tiempo los colonizadores y yo los acompañe a buscar el sitio donde iban querían hacer sus casas, lo que hoy es el pueblo de Mesetas” don Patrocinio cuenta que “por esa época se empezó a cultivar, yuca, plátano, no había tiendas, ni medicinas, todo tocaba con hierbas para curarnos, inclusive las purgas era lo que más se usaba, el paico, los ajos y así, ¡casi uno no se enfermaba!”, dice.

Su hija Luisa Ángel comenta “mi papá deja un legado en las páginas de este municipio, en vista que hizo el acompañamiento y prácticamente los trazados del pueblo, y junto con mi madre, estuvieron siempre sirviendo a las comunidades, ya fuese en las juntas de acción comunal, pues tenía un liderazgo que abrió caminos y rutas en este municipio, por las que hemos seguido transitando, pero ahora mi padre se encuentra con todos los conocidos que ya no están, a ver el progreso del territorio, desde arriba”.

Fueron cuatro generaciones que don Patrocinio conoció, fruto de su legado, un sinnúmero de compadres, amigos sinceros, y gran parte de la comunidad de este territorio que siempre tuvo algo que ver positivamente con él.

Las actuales directivas del gobierno municipal rinden homenaje como personaje ilustre del pueblo con su banda marcial y otras expresiones acordes al acontecimiento, su cuerpo reposara en cámara ardiente en el parque central para que toda la comunidad lo acompañe.

Muchas de las personas que requerían investigar la historia de este municipio, siempre llegaban a su casa a dialogar con Patrocinio, para conocer de primera mano sobre esos saberes que sólo él conocía.

Su hija concluye “mi papá ayudó a construir esta región y con esto que pasó se cierra la historia y la generación con la que se inició este territorio que es cuna de paz y turismo su legado trasciende en el tiempo y la distancia, …paz en su estancia final”.

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