El reciente fallecimiento de la reina Isabel II a los 96 años, pone nuevamente sobre la mesa el rol que juega la monarquía del Reino Unido tanto en sus habitantes como en los países que aún se reconocen como parte de la corona. Para despejar estas inquietudes conversamos con Rafael Piñeros, profesor de la Universidad Externado de Colombia.
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¿Cuál es el impacto para la familia real?
El profesor Piñeros señala que Isabel II era el eje de la unidad familiar, la madre y abuela que dedicó su vida al servicio de la corona, y, por lo tanto, como en cualquier familia, habrá un profundo dolor por su ausencia, como sucedió con el fallecimiento de su esposo, el duque de Edimburgo, el 9 de abril de 2021, a los 99 años.
Por otro lado, el docente explica que este hecho también implica un relevo generacional en la corona, lo que implica una reorganización en las funciones. “Carlos que era su hijo mayor y que es el príncipe de Gales, seguramente tomará juramento como rey en las próximas 24 horas. A partir de ese momento quien sigue en la línea de sucesión es Guillermo, que hasta este momento es el duque de Cambridge”, dijo Piñeros.
Impacto en la sociedad británica
Aunque a nivel político es una figura neutral (no interviene en las decisiones parlamentarias), la reina Isabel II tiene gran relevancia diplomática y como representante del Estado, por lo tanto, cuando Carlos asuma como rey deberá reunirse con la primera ministra, Elizabeth Truss, para establecer un protocolo de sus encuentros. “La reina tuvo encuentros semanales con los primeros ministros que pasaron durante su reinado (15 hasta la fecha)”, comentó Piñeros.
Por otro lado, la figura de la monarquía británica goza de un importante respaldo y apoyo por parte de la ciudadanía, incluso llega a ser en algunos periodos de la historia hasta el 70 %, según comentó el profesor Piñero, ya que es una figura con un peso simbólico muy importante al representar la tradición y de alguna manera, el patriotismo.
Según el docente, entre los británicos se vivirá “un profundo dolor, es como si hubiera muerto una ‘abuela’. Sin duda alguna vendrán unos días de duelo se había establecido que eran nueve, para después realizar su funeral oficial”, comentó. Esto se refleja también en las imágenes que circulan en medios internacionales y redes sociales, donde se observan ciudadanos agolpados en las puertas del Palacio de Buckingham expresando su pésame.
Por otro lado, se ha especulado sobre la cercanía que tendrá el próximo rey con los ingleses: “la personalidad de Carlos es muy distinta a la que reflejaba Isabel II, pero eso no quiere decir que no vaya a gozar en su futuro reinado de la legitimidad que tendría cualquier monarca de la corona”, apuntó el docente.
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La influencia de la corona fuera de Inglaterra
En total, son 16 países en donde se ha reconocido a Isabel II como reina, estos son:
Reino Unido
Canadá
Australia
Nueva Zelanda
Antigua y Barbuda
Bahamas
Barbados
Belice
Granada
Jamaica
San Cristóbal y Nieves
Santa Lucía
San Vicente y las Granadinas
Papúa Nueva Guinea
Islas Salomón
Tuvalu
Al respecto, el profesor del Externado indicó que “puede que a nivel interno se generen debates alrededor de si se debe continuar o no con esta figura (reconocer a la monarquía británica), pero por el momento ellos siguen siendo parte del reinado, reconociendo o no a la corona británica como representante del Estado”, dijo Piñeros, lo que puede ilustrar posibles cambios a nivel internacional, la plantear la importancia de convertirse en repúblicas por parte de estas naciones.
Trabajo humanitario internacional de la corona
Como parte de sus labores reales, Isabel II es la presidenta de más de 600 organizaciones caritativas, las cuales abarcan áreas como: artes y cultura, salud, ciencia y tecnología, deportes y medio ambiente, entre otras.
“Acá lo importante es que esas están asociadas a la corona, porque es un beneficio mutuo. Es decir, a muchas fundaciones deportivas, de asuntos humanitarios, etc, querrán seguir atando sus intereses a los intereses de la corona”, comentó el docente, explicando que Carlos pasará a dirigir este trabajo caritativo una vez asuma como rey.