De acuerdo con el Índice de Desnutrición Crónica (IDNC), que desde hace 5 años elabora La Fundación Éxito, la totalidad de los municipios de Amazonas, Chocó, Guainía, Guaviare, Vaupés y Vichada están en un nivel bajo en este índice y a ellos se suman 385 municipios del país en otros departamentos.
De acuerdo con la fundación, los estudios evidencian que una niña o niño con desnutrición crónica o retraso en talla antes de los 5 años puede tener en la edad adulta 14 puntos menos de coeficiente intelectual, 5 años menos de educación y 54% menos de salario, que uno que no padeció la enfermedad. En otras palabras, será un adulto con grandes desventajas para él y su familia.
El Índice, además de revisar 14 variables con información oficial del año 2020, realizó un análisis del periodo 2015 y 2020 sobre las condiciones que llevan a que se produzca la enfermedad.
De acuerdo con este seguimiento, es preocupante la situación de La Guajira, en donde el 60% de los municipios empeoró en ese periodo. Así mismo, en Cesar, Atlántico y Bolívar se han ido deteriorando las condiciones que propician esta condición.
“En 28 de los 32 departamentos se acentuaron las condiciones para que los menores de 5 años padezcan desnutrición crónica o retraso en talla, lo cual representa un aumento del riesgo para 82% de la población en esta edad”, señala Paula Escobar, directora de la Fundación Éxito.
En general, no hay un solo departamento en el país en donde su población menor de 5 años esté exenta del riesgo de padecer desnutrición crónica. La pandemia fue un factor que agravó esta situación.
“La desnutrición infantil se combate con agua y salubridad, con la entrega de alimentos nutritivos, con campañas de vacunación efectivas, activando controles prenatales, asegurando consultas de crecimiento y desarrollo”, agregó Escobar.
Todos los factores de prevención decayeron en Colombia: la vacunación disminuyó 14,4% entre 2019 y 2020 (76% a 61,6%) y la asistencia al menos a cuatro controles prenatales de madres gestantes de nacidos vivos bajó 3,74 puntos porcentuales y está 14,8 puntos por debajo de la meta establecida (95%), al pasar de 83,92% a 80,18% entre 2019 y 2020.
En consecuencia, se incrementaron factores que agudizan el riesgo de desnutrición como la mortalidad materna, cuya razón fue de 45,3 por 100.000 nacidos vivos en 2018 y pasó en 2021 a ser de 78,3 de acuerdo con los reportes epidemiológicos del Instituto Nacional de Salud.
“Estos indicadores y otros más, como mortalidad en la niñez, calidad del agua y bajo peso al nacer, son determinantes de la desnutrición crónica. No podemos quedarnos inmóviles ante unos resultados tan preocupantes. El Índice de Desnutrición Crónica es un indicador líder que puede orientar decisiones de las autoridades en tanto el país aplica una nueva encuesta de situación nutricional”, explicó la directora de la Fundación Éxito.